“No se debe convertir a los forenses en protagonistas de los casos”
Ana Castelló es profesora de medicina legal de la Universitat de València. En su opinión, la presión mediática que a veces se ejerce sobre los investigadores no debe afectar la tarea de éstos. Y recuerda que en cualquier procedimiento judicial los protagonistas siempre deben ser la víctima y el victimario.
Quien más, quien menos, el común de las personas tiene cierta idea de las tareas que realizan los investigadores forenses. Gracias al periodismo y la ficción televisiva y cinematográfica, la figura de una persona en bata blanca analizando pruebas para determinar las causas del fallecimiento de otra persona se ha vuelto tan común que se ha convertido en una suerte de cliché. Obviamente, esto no es más que una simplificación de una realidad mucho más compleja.
Los pormenores del conocido como caso Bretón son un claro ejemplo de la complejidad que conllevan las investigaciones forenses y de cómo puede llegarse a conclusiones totalmente dispares si hay algún error de criterio o fallo de alguna índole.
Consultada sobre si siempre es posible determinar las causas de una muerte o si, por el contrario, hay límites insalvables para establecer las razones de un fallecimiento, Castelló explica que “en ciencia los términos siempre y nunca no deberían ser utilizados”, y añade que “es perfectamente aceptable que como conclusión de una autopsia aparezca el diagnóstico de causa de muerte como indeterminada, cuando no se ha podido averiguar las razones que la causaron”.
La actualidad informativa no se puede soslayar y las preguntas sobre el caso Bretón y los dispares resultados que han arrojado los análisis forenses realizados se vuelven inevitables. Castelló desarrolla su trabajo en la unidad docente de Medicina Legal que en diferentes ocasiones ha actuado como asesora de la administración de Justicia. Por lo tanto su mirada sobre estos asuntos es siempre desde la perspectiva de alguien que está dentro de este sector. En cualquier caso, recuerda que “en todo procedimiento judicial son dos las figuras fundamentales: la víctima y el victimario”.
Es perfectamente aceptable que una autopsia arroje causa de muerte indeterminada como conclusión.
En cuanto a la actuación de los peritos forenses comenta que “es evidente que éstos son auxiliares imprescindibles en la administración de Justicia pero en modo alguno se les debe convertir en los protagonistas de los casos”. Pese a ello, la atención mediática a veces se centra en los peritos forenses, sobre todo cuando se dan circunstancias como las sucedidas en el caso Bretón en el que un primer análisis que indicaba que los restos encontrados eran de animales fue refutado por otros en los que se indican que se trata de restos humanos, más precisamente de niños.
Los medios de comunicación y otras formas de presión
Preguntada sobre si la presión de los medios de comunicación puede llegar a condicionar o afectar las tareas de los forenses, Castelló opina que “no debería. Los especialistas en Ciencias Forenses deben trabajar con independencia y sin influencia alguna. De otra forma la posibilidad de contaminarse es alta”.
¿Y que hay de las presiones directas ejercidas por gente que tenga un interés claro en que las pruebas arrojen determinados resultados? Sobre este asunto Castelló asegura que “a nosotros no nos ha sucedido nunca” y que, de producirse algo por el estilo, “lo preceptivo es ponerlo en conocimiento del Juez Instructor”.
Cuestionada sobre la fiabilidad de los resultados en pruebas realizadas a los restos de personas fallecidas hace un largo período de tiempo, como en el caso de Salvador Allende, Castelló responde que “en cualquier análisis forense la fiabilidad depende del método elegido, la técnica y el procedimiento. Pero también de la lectura e interpretación de los resultados que deben reflejar necesariamente el grado de error. Esto último es lo que da verdadero valor a la prueba. Exagerar la exactitud de los resultados nunca es bueno y puede perjudicar, más que ayudar”.
Volviendo a la imagen que se puede tener desde fuera sobre los forenses, el imaginario común puede atribuirle cierta querencia por el quehacer detectivesco a quienes se dedican a esta profesión. Desde el punto de vista de Castelló, lo que resulta imprescindible para dedicarse a esta profesión “es tener curiosidad e interés por la Ciencia. Todo esto, por supuesto, apoyado en una sólida formación”.
Con relación a la imagen que de los forenses proyectan las películas y las series de televisión, Castelló comenta que el parecido que éstas muestran con la actividad real de los especialistas “depende de qué película o de qué serie de televisión hablemos. Las hay más o menos cercanas a la realidad. Siempre hay que tener en mente que en una serie o película se buscará resolver las cosas para entretener. En la realidad no siempre va ha salir todo tan bien y hay que considerar que hay mucho en juego”.