Funeraria organiza cursos de formación para agentes funerarios con prácticas de tanatoestética
La estética, esa tendencia a lo bello que hoy prolifera en todas las facetas de la vida humana, también se encuentra presente en la muerte. Hoy se impone la tanatoestética, que pretende, ni más ni menos, que hacer agradable el aspecto exterior cuando ya se ha iniciado el camino sin retorno.
Una empresa funeraria montillana, Edemón SAL, de la localidad de Montilla Córdoba, viene organizando en colaboración con otras firmas cursos de formación para futuros agentes funerarios. Además de los conocimientos puramente técnicos, administrativos, sanitarios y psicológicos, se prepara a los alumnos en la práctica de la tanatoestética
Se trata de un aporte indispensable, según el propietario de la funeraria montillana, Alfonso Millán, ya que el estado en que se presentan algunos cadáveres es demoledor para los familiares e incluso puede ser peligrosa su manipulación.
El curso de tanatoestética tiene lugar los fines de semana para posibilitar la participación de todos los alumnos. Las clases prácticas se llevan a cabo sobre un cadáver real cedido reglamentariamente para fines docentes por una institución universitaria.
La tanatoestética que cada día es solicitada con mayor asiduidad es el método de adecuación, no invasivo ni quirúrgico, del cadáver con la finalidad de mejorar su aspecto estético.
La tanatoestética incluye las tareas de maquillaje y peinado para que el cadáver parezca que está dormido, restándole los trazos de sufrimiento. La tanatoestética forma parte junto con la tanatoplastia de las técnicas conocidas como tanatopraxia.