El Museo Arqueológico MARQ ha recibido el Sarcófago de Proserpina
El Museo Arqueológico de Alicante (MARQ) ha recibido el Sarcófago de Proserpina, hallado frente a las costas de la localidad alicantina de Santa Pola, y cuyo frontal, dividido en tres escenas, desarrolla en relieve el mito del rapto de Proserpina por Plutón, tema funerario «por excelencia» con «connotaciones de retorno» o del «tránsito del alma al más allá», según ha informado en un comunicado la Diputación provincial.
La pieza, procedente del Museo d’Arqueología de Catalunya, en Barcelona, será incluida en la muestra temporal ‘Santa Pola. Arqueología y Museo’ que el recinto alicantino inaugurará el próximo diciembre, y en la cual también se exhibirá una selección de piezas del Museo del Mar de la población del sur de la provincia de Alicante.
El Sarcófago de Proserpina podría haberse producido en un taller de Roma a principios del tercer decenio del siglo III después de Cristo. En su frontal, y dividido en tres escenas, desarrolla en relieve el mito del rapto de Proserpina por Plutón, un tema funerario con connotaciones de retorno –ciclo vital de la naturaleza– o del tránsito del alma al más allá, según ha explicado la institución provincial.
En este sentido, la Fundación de la Comunitat Valenciana MARQ y el Ayuntamiento de Santa Pola firmaron el pasado junio un convenio de colaboración para la producción conjunta de esta exposición, que, según la Diputación de Alicante, «permitirá acercar a los ciudadanos el patrimonio local y el pasado de las tierras del municipio a través de fondos materiales que datan de la prehistoria hasta la época actual».
La institución provincial ha explicado que el mito del rapto de Proserpina narra la leyenda de la hija de Ceres, que fue secuestrada y llevada al inframundo por el dios de los infiernos, Plutón, tras enamorarse de ella. Ceres partió en su busca, pero no consiguió hacerla regresar ya que había quedado ligada al mundo infernal al comer unos granos de granada.
Posteriormente, Ceres se vengó convirtiendo en desierto todo lo que pisaba, por lo que el padre de los dioses, Júpiter, tuvo que establecer que Proserpina distribuyese su tiempo entre los mundos subterráneo, con Plutón, y terrestre, con su madre, pasando la mitad del año en cada uno.
De este modo, cuando Proserpina vuelve a la tierra, llega la primavera y el verano, al brotar y florecer las cosechas. En cambio, cuando regresa al inframundo, acontecen el otoño y el invierno, épocas de esterilidad en la naturaleza.