Se da por terminada la limpieza del cementerio de Limanes
El párroco de Santa María de la O, de Limanes, José Manuel Pidal, ha dado por terminada la limpieza del cementerio, aunque no renuncia a seguir adecentando el lugar en un futuro. Así lo aseguró.
La parroquia eclesiástica de Santa María de Limanes tiene repartido su territorio entre las parroquias de Limanes de Oviedo y de Siero, colindantes. La iglesia parroquial, bajo la advocación de Santa María de la O, se encuentra en Siero.
Llegar a hacer esta obra no ha sido tarea fácil, ya que en 2011, una vez empezados los trabajos, una vecina le denunció ante el juzgado de Instrucción número 4 por presunta profanación de la sepultura de su madre.
Funeraria San Mateo abandonó entonces el cometido por orden del párroco, y el caso tuvo una gran repercusión pública. Un año después, a mediados de 2012, la denunciante recurrió hasta la Audiencia que acabó archivando la denuncia al no existir ningún tipo de delito.
La presunta afectada había mantenido que tras comenzar los trabajos para adecentar el camposanto «existían varias sepulturas levantadas. Tiraron al contenedor trozos de lápidas, restos humanos y ladrillos. Y olía fatal por haber estado removiendo».
La sepultura de su madre había sido profanada, aseguró entonces Margarita Fernández. Sin embargo, el alto tribunal asturiano archivó el caso y ahora lo «cierra» el mismo párroco que, después, de acometer finalmente la limpieza ha certificado por notario y en presencia del vicario episcopal del Oviedo-Centro, entre otras personas, que no se había tirado ningún resto humano a los contenedores: «Era todo mentira».
Y enumeró por escrito las personas que yacían en la sepultura en la que descansaba la madre de la denunciante. Todo estaba «en orden», concluyó el párroco de Limanes, José Manuel Pidal.
