Pompas Fúnebres y Alianza y Barros solicitan el levantamiento de licencias de crematorios
Casi tres meses después de que quedara provisionalmente apaciguada la «carrera de los crematorios» con la paralización por un año de la concesión de licencias para estas instalaciones en suelos urbanos, urbanizables residenciales, de núcleo rural y próximos a zonas residenciales, este conflicto resurge de nuevo.
Las dos funerarias más beligerantes con el Concello en este proceso, Pompas Fúnebres y Alianza y Barros, anunciaron ayer la interposición de un recurso contencioso-administrativo contra el acuerdo municipal del pasado 22 de noviembre por el que se aprobó esa moratoria de doce meses. Pero al mismo tiempo, ambas compañías, que promueven el tanatorio de Arzobispo Malvar, solicitan al juez que decrete la suspensión cautelar inmediata de ese veto municipal (mientras se resuelve el fondo del asunto), ante los «graves daños» que tal medida genera actualmente en su actividad empresarial.
Entienden que el veto «no se ajusta a Derecho» y que el Concello asume competencias que no le corresponden ya que el decreto autonómico sobre la actividad funeraria no pone límites a la ubicación de los crematorios.
Mientras el gobierno local insiste en defender su paralización de licencias por la «alarma social» que generó en su día la presentación simultánea de al menos cuatro proyectos de crematorios en la ciudad, Pompas Fúnebres y Alianza y Barros sostiene que «la tramitación de las licencias en ningún caso produciría un daño al interés público» y asegura que «el mero hecho de permitir la edificación de unas instalaciones o estructuras donde se pueda realizar la actividad crematoria no provoca en absoluto una perturbación del interés general».
Desde el mismo día en el que se acordó, por unanimidad de todos los grupos, la moratoria municipal, estas dos funerarias tenían en estudio este recurso judicial, si bien han tardado dos meses y medio en presentarlo, sin formular antes ninguna reclamación administrativa en el Concello, que tampoco tiene constancia de que las demás empresas implicadas en este carrera hayan adoptado medidas similares.
En su escrito dirigido al juzgado, las dos funerarias señalan que «la administración local no pretende reordenar el urbanismo de la ciudad sino regular de una manera monopolística una actividad liberalizada y restringir indebidamente la competencia, permitiendo de manera injustificada que en determinadas áreas pueda desarrollarse y en otras no», ya que el veto no afecta, por ejemplo, a polígonos industriales. Añade que de este modo «se estaría incurriendo en desviación de poder, es decir, ejerciendo potestades administrativas para fines distintos a los fijados por la administración».
Pompas Fúnebres y Alianza y Barros, que ya en 2010 vieron como perdían una larga batalla judicial al ser derribado su tanatorio de Montecelo, no renuncian al crematorio en Arzobispo Malvar (de momento vetado) y siguen adelante con la licencia para las salas velatorias, no afectadas por esta moratoria que, a su juicio «implica una invasión de competencias por parte del Concello al estar restringiendo el derecho a la libertad de elección de la localización de los crematorios que las empresas funerarias tienen reconocido».
Asimismo, ambas compañías sustentan su solicitud de suspensión cautelar «en la relevancia de los perjuicios que les causa su vigencia» y recuerdan que «en las reuniones mantenidas inicialmente con personal del Concello y de la Xunta se concluyó que el solar del antiguo gimnasio del Teucro, calificado como suelo urbano destinado a equipamiento, era idóneo para la instalación del tanatorio-crematorio».