Un ataúd ecológico y biodegradable cien por cien español
RestGreen, es la empresa de Javier Ferrándiz, ofrece un servicio que seguramente está esperando la sociedad, ya que un ataúd de cartón cuesta 350 euros, la mita de lo que cuesta el ataúd más barato de madera.
Un ataúd ecológico, barato y cien por cien español. Eso fue lo que se le ocurrió hace durante casi cinco años a Javier Ferrándiz, un ingeniero informático madrileño, que se ha pasado cuatro años luchando contra las continuas negativas de la burocracia española.
Javier había encontrado un hueco en el mercado y decidió apostar por él. Sabía que se encontraría trabas pero no esperaba que la administración española le pusiera tantas trabas a la hora de empezar un nuevo negocio.
Por fin, después de casi cinco años de gestiones administrativas, el ministerio de Sanidad ha aprobado «el «Ataúd Ecológico Biodegradable» para su uso como féretro común para sepelio ordinario como féretro para traslado de restos, puesto que cumple con todas las características técnicas sanitarias especificadas en la norma UNE 190001:2008, en la que se especifica la terminología, clasificación y características técnicas de los ataúdes».
La normativa vigente hasta el momento, de 1974, más o menos cuando nacía Javier, establecía que el ataúd común «estará construido con tablas de madera de 15 milímetros de espesor mínimo y unidas entre sí, sin abertura alguna entre ellas. La tapa encajará en el cuerpo inferior de la caja. Podrá ser sustituida la madera por otros materiales, siempre que hayan sido aprobados por la Dirección General de Sanidad mediante resolución publicada en el BOE«.