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Actualizado: 22/11/2024
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La Santa Muerte es cada vez más popular en EEUU

La Santa Muerte es cada vez más popular en EEUU

Vía: Russell Contreras

Alguien en Nueva Orleáns construyó un altar público en su honor. Un actor de Albuquerque dice que lo ayudó a conseguir un papel en el programa televisivo «Breaking Bad». Aparece a cada rato en refugios de la frontera entre México y Estados Unidos y se la ve en los tableros de vehículos usados para contrabandear metanfetaminas por el desierto.

Popular en México y a veces vinculada con el narcotráfico, el esqueleto que representa a la Santa Muerte tiene también muchos fieles al norte de la frontera, sobre todo entre propietarios de comercios, artistas, activistas gays y los pobres, incluidos muchos no hispanos y gente que no está vinculada con religiones organizadas.

Con su sotana negra y una guadaña en una mano, la Santa Muerte atrae a personas que buscan ayuda en el más allá: desde gente que quiere no ser víctima de delitos o busca venganza hasta personas que tratan de evitar que sus amantes les sean infieles o que ansían conseguir mejores trabajos. También están los que quieren que proteja sus cargamentos de drogas y ahuyente a la policía.

«Su crecimiento en Estados Unidos ha sido extraordinario», declaró Andrew Chesnut, autor de «Devoted to Death: Santa Muerte, the Skeleton Saint» (Devoto de la muerte: La Santa Muerte, la santa del esqueleto). «Dado que le puedes pedir cualquier cosa, tiene un gran atractivo masivo y está generando apoyo de distintos sectores en todo el país».

Es imposible determinar exactamente cuántos fieles tiene, pero no hay duda de que cada vez son más, aseguró Chesnut.

La santa es particularmente popular entre los mexicanos católicos, quienes le piden milagros casi tanto como a San Judas y a la Virgen de Guadalupe a pesar de que la Iglesia Católica de México dice que la Santa Muerte es un culto satánico, según expertos.

Su imagen aparece en tarjetas con oraciones en las que se habla de venganza y protección, las cuales a veces aparecen en sitios donde ha habido matanzas de personas o en cargamentos de drogas.

El jefe de la policía de West Texas Robert Almonte dijo que ha declarado sobre la Santa Muerte en al menos cinco casos de tráfico de drogas en los que esa imagen ayudó a los fiscales para que consiguieran veredictos de culpabilidad. El año pasado Almonte declaró que una tarjeta de oraciones con una estatua de la Santa Muerte hallada con un kilo de metanfetaminas en el vehículo de una pareja era un «instrumento» que usaban los narcotraficantes para ahuyentar a la policía. Ese testimonio ayudó a que el acusado fuese hallado culpable de narcotráfico.

Almonte visitó altares en todo México y ofrece talleres sobre el culto de la santa en distintas dependencias policiales.

«Los delincuentes le piden a la Santa Muerte que los proteja de las autoridades», expresó Almonte. «Pero hay gente buena que le reza y que no está involucrada en actividades delictivas, por lo que hay que tener cuidado».

Hay pequeñas estatuas de la Santa Muerte en negocios religiosos de sitios tan distantes como Minneapolis. Una feria artística de Tucson, Arizona, tiene imágenes de la Santa Muerte.

Los devotos dicen que la Santa Muerte los ayudó a encontrar el amor, mejores trabajos y a iniciar carreras.

Gregory Beasley Jr., de 35 años, cree que consiguió papeles en «Breaking Bad» y en la película «Linewatch», del 2008, gracias a la Santa Muerte, a la que se acercó por intermedio de una curandera.

«Le debo todo mi éxito», aseguró. «Me limpió y me mostró el camino».

Algunos devotos le construyen altares y le encienden velas o le ofrecen frutas, tequila, cigarrillos –y hasta líneas de cocaína en algunos casos– a cambo de que les conceda sus solicitudes, indicó Chesnut. Una imagen roja de la Santa Muerte, que es la más vendida, ayuda en temas amorosos. Las doradas supuestamente ayudan a conseguir trabajo y las blancas dan protección. Las negras, venganza.

«Es mi reina», dijo Arely Vázquez González, una inmigrante mexicana transgénero que tiene un gran altar de la Santa Muerta en su departamento de Queens, Nueva York. Contra la pared de la habitación donde se encuentra el altar hay una estatua de la Santa Muerte con un vestido negro, rodeada de vasos de tequila que le han sido ofrendados.

Vázquez González, quien tiene un tatuaje negro de la Santa Muerte en su espalda, realiza una fiesta anual en agosto en homenaje a la santa, con mariachis y comida.

«Lo único que tengo que hacer es pedirle que me guíe y ella me da lo que necesito», expresó la mujer.

El origen de la Santa Muerte no está claro. Algunos fieles dicen que es la encarnación de una diosa azteca de la muerte. Hay eruditos que la asocian con la imagen de La Parca, como se le dice a la muerte en España. Esa figura fue usada por los curas en la evangelización de las poblaciones indígenas de las Américas.

Por décadas la Santa Muerte fue una figura semiclandestina venerada en ciertas regiones de México donde era una especie de santa católica extraoficial a la que las mujeres acudían cuando sus esposos les eran infieles, indicó Chesnut.

En el 2001, no obstante, un devoto instaló un altar público a la Santa Muerte en la Ciudad de México y sus fieles comenzaron a manifestar abiertamente su devoción por la santa, a la que le agradecían por ayudarlos con sus relaciones sentimentales y con sus seres queridos presos. La incertidumbre económica y la violencia relacionada con el narcotráfico también habrían colaborado con la popularidad de la Santa Muerte.

Oscar Hagelsieb, agente especial a cargo de la unidad de investigaciones del departamento de Seguridad Interior de El Paso, Texas, dijo que las autoridades han comprobado que la mayoría de los miembros de los carteles del Golfo y de los Zetas le rezan a la Santa Muerte, mientras que los de Sinaloa y Sonora son devotos del santo Jesús Malverde.

«Los altares son muy elaborados. Encontramos algunos con alimentos y otros con sangre de animales», señaló Hagelsieb.

La asociación con los carteles y denuncias de algunos curas han hecho que personas que no son creyentes destruyan altares improvisados a la vera de los caminos. Hace poco desconocidos destruyeron una estatua de la Santa Muerte en un cementerio del sur de Texas. Y la policía de Pasadena, California, encontró recientemente huesos humanos en una casa en cuyo jardín había un altar a la Santa Muerte. Los propietarios dijeron que compraron los huesos a través de la internet.

La gran mayoría de los devotos no son delincuentes.

Kiko Torres, propietario del negocio Masks y Más de Albuquerque, dijo que la venta de estatuas de la Santa Muerte, inciensos y aceites ha aumentado enormemente en los últimos meses.

«La mayor parte de la gente que compra estas cosas son personas normales que acaban de descubrirla», expresó. «Algunos probablemente no sepan nada de su conexión con ese otro mundo».

Uno de esos devotos es Steven Bragg, de 36 años, quien dice que se enteró de la existencia de la Santa Muerte en el 2009 y comenzó a rezarle por distintas razones, incluido su deseo de conseguir una compañera. Recientemente, un individuo de Nueva Orleáns construyó una capilla pública en su homenaje y realiza ceremonias en las que se reza el rosario que atraen decenas de personas.

También formó una organización sin fines de lucro para apoyar lo que llama la Capilla de Nueva Orleáns de la Santísima Muerte. «Decidí hacerlo por todo lo que me ha dado la Santa Muerte», explicó Bragg. «Nunca me ha fallado».

Russell Contreras está en Twitter como http://twitter.com/russcontreras

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