Cumplir el último deseo del difunto con ataúdes “tuneados” es la última moda en Salta (Argentina)

Salta es un municipio y ciudad argentina y capital de la provincia homónima. Las empresas de sepelios cambiaron su mentalidad y buscan cumplir con los últimos deseos de una persona. Los familiares pueden pedir ataúdes “tuneados” con colores o con lo que sea. Depende del tiempo y dinero disponible.

En los tiempos que corren, cumplir con la última voluntad de una persona es algo muy serio para las empresas funerarias. Despedidas personalizadas y tanatopraxia es lo último en el sector fúnebre en todo el mundo, y ya está instalando en el mercado salteño desde hace unos años.

Velorios al estilo norteamericano y prácticas para retrasar la descomposición de los cuerpos empiezan a imponerse como tendencia en el mercado local. “Nos vemos solo en los velorios, a ver si nos juntamos”, “ya no sufre más”, “no somos nada”, son frases que quizás nunca dejen de repetirse en cada velorio, como tampoco nada menguará la tristeza de perder a un ser querido.

Sin embargo, las costumbres funerarias cambiaron con el paso de los tiempos, especialmente en el interior, y el norte provincial no es la excepción. En San Ramón de la Nueva Orán, hace casi un año comenzaron las tendencias importadas del denominado primer mundo.

La personalización de los servicios fúnebres o las prácticas para retrasar el proceso de descomposición de los cuerpos son los servicios que comenzaron a ponerse de moda. Si bien las empresas funerarias mantendrán siempre su demanda indefectiblemente, ahora hacen lo posible por “escuchar los pedidos especiales de sus clientes”.

“El día que yo muera quiero que la hinchada de Mitre acompañe mi féretro”, remarcó un cliente de Meridiano Sepelios, única empresa que brinda el servicio de sepelios personalizados en Orán.

“Los fanáticos pueden pasar a mejor vida entre paredes de madera pintadas con los colores del club de sus amores. Pero la creatividad no se agota en el fútbol”, explicó la propietaria de la empresa de sepelio, Marcela del Greco.

“Interpretamos lo que la familia quiere, ya que verlos en un ataúd clásico, oscuro, muchas veces no tiene nada que ver con lo que esa persona fue en vida”, explicó la empresaria en diálogo con El Tribuno. Así se diferenció la empresa tratando de dar el paso para desdramatizar ese momento que es inevitable en la vida de las personas.

Ataúdes “tunning”

A lo largo de la historia ricos excéntricos, pintores, escritores y hasta narcotraficantes, entre tantos, han querido de alguna manera reflejar parte de su vida, sus obras, su talento, sus miedos “tuneando” los féretro a su medida.

Tal es el caso del reconocido pintor argentino Quinquela Martín. El artista se fabricó su propio ataúd y sobre madera pintó una escena del puerto de La Boca.

Dentro de esta mentalidad que busca imponerse, estas empresas buscan resaltar la vida del difunto, con sus pasiones o sus preferencias, por sobre la muerte.

Estos servicios particulares de funerales personalizados son denominados “temáticos”, son novedosos por esta parte del país, aunque empiezan a marcan tendencia. Ahora bien, no solo existen ataúdes de colores (hay desde celestes y grises hasta rosados).

También se los vende temáticos (como los de clubes de fútbol) y aerografiados, con cielos en los que vuelan blancas palomas o con atardeceres anaranjados. Por último, están los pintados a mano, con ángeles y corazones.