La falta de nichos obliga al Ayuntamiento de Elche a construir 1.100 nuevas sepulturas
Se han agotado los nichos en los dos cementerios municipales situados en el casco urbano de Elche, ello ha llevado al Ayuntamiento ilicitano a promover la construcción de un millar de sepulturas, 480 sencillas y 640 dobles en el Cementerio Nuevo. Según detalló la edil de Cementerios, Manuela Mora, la media anual de enterramientos es de 1.200 en Elche y, en la actualidad, quedarían, según fuentes consultadas, en torno a las 400 tumbas de cuarta fila.
La situación ha llegado a tal punto que ha dado pie a que, en los últimos meses, hayan comenzado a proliferar las quejas entre algunos usuarios cuyo familiar tenía contratada con la aseguradora una sepultura de una categoría superior, por lo general de primera o segunda fila, y se ha tenido que «conformar» con lo que quedaba, aunque con el consiguiente reintegro de la diferencia por parte de la compañía de seguros.
De hecho, ha habido un giro de 180 grados en los últimos años, hasta el punto de que, hasta hace relativamente poco tiempo, lo habitual era que la gente pagara con la aseguradora una tumba de categoría inferior y, posteriormente, enterrara a la persona en otra superior previo abono de la diferencia. Polémicas al margen, lo cierto es que tanto Manuela Mora como el concejal de Ordenación Urbana e Infraestructuras, Vicente Granero, incidieron ayer en que la construcción se hará con carácter inminente.
De hecho, la idea es que las obras puedan comenzar a principios de junio y estén acabadas en el plazo de cuatro meses, aunque, por lo que pueda pasar, se ha fijado como periodo máximo para la construcción el 31 de diciembre de este año. Mora precisó que los técnicos municipales ya han redactado un proyecto para la urbanización, construcción y comercialización de los nichos a través de la empresa municipal Pimesa. Por ello, el primer paso será sacar a licitación la obra, algo que está previsto que se produzca en el consejo que la mercantil celebrará en abril.
En esta línea, Granero detalló que el presupuesto será de 1.088.000 euros. Para que Pimesa pueda comercializar los nichos, se autorizará una encomienda de gestión para que se puedan vender las sepulturas desde el próximo 1 de junio, aunque con un plazo definido, hasta diciembre de 2017.
Sin embargo, la principal novedad será que, al contrario de lo que sucedía hasta ahora, cuando sólo se podían adquirir de forma anticipada los nichos dobles, mientras que los sencillos se comercializaban coincidiendo con las defunciones, con el fin de evitar que se agotara el espacio así como situaciones de especulación, lo que se va a hacer ahora es poner a la venta las dos tipologías de sepulturas.
En cuanto a los precios, Manuela Mora destacó que se mantienen las tarifas que estaban vigentes en el anterior mandato, con precios que oscilan desde los 1.440,27 euros que vale un nicho sencillo de segunda fila -2.305,13 si son dobles- a los 181,90 euros de los de cuarta -273,94 sin son dobles-, pasando por los 3.466,34 euros de las sepulturas con sótano.
La diferencia de precios, no obstante, no es casual, ya que los de segunda categoría, seguidos por los de primera, han sido tradicionalmente los más demandados, sobre todo por la «accesibilidad» que presentan a la hora de acondicionar las lápidas.