Eliminar los sobresueldos del personal de la empresa Parque Cementerio de Málaga, S.A.
El PSOE en el Ayuntamiento de Málaga ha solicitado la eliminación inmediata de los sobresueldos del personal de la empresa municipal Parque Cementerio de Málaga, S.A. (Parcemasa), al aplicarse «al margen del convenio colectivo y sin la aprobación del consejo de administración».
El Ayuntamiento ha pagado un complemento de más de 180 euros mensuales a un jefe de Servicio con retribuciones por encima de las que percibe el propio alcalde, Francisco de la Torre, de 77.000 euros; otro de 15.000 euros anuales aplicado desde 2010 a un jefe de Personal y Calidad; 4.000 euros a una operadora de Administración desde 2005, y 9.000 euros al año al coordinador de Contabilidad desde 2010.
Tras conocerse la existencia de estos complementos, la portavoz socialista, María Gámez, ha criticado que «se hayan mantenido ocultos en los últimos años» y ha solicitado la celebración urgente de un consejo de administración de Parcemasa, así como la elaboración de un informe jurídico sobre la aplicación de los mismos.
«El informe debe producirse con la mayor urgencia y si se confirmara la ilegalidad de esos complementos, pediremos la devolución de los mismos», ha asegurado la portavoz socialista.
Ha indicado que «esta ciudad necesita tener información fiable de todas las retribuciones del personal que depende de las arcas públicas, no queremos encontrarnos con más sorpresas de complementos excesivos», al tiempo que ha anunciado que llevarán iniciativas a las distintas comisiones para poner fin a esta situación.
«El alcalde ha tenido tiempo para cambiar y eliminar estos sobresueldos y que diga ahora que no los conoce ahonda en el desconocimiento que tiene de la gestión municipal», ha declarado, reprochándole que haya rechazado siempre aprobar que ningún miembro del Ayuntamiento cobre más que el primer edil.
Ahorro de 96.450
La concejal de Medio Ambiente y presidenta del consejo de administración de Parcemasa, Ana Navarro, ha insistido en que la empresa municipal ahorró 96.450 euros al fijar en 2010 dos complementos para suplir las funciones del director de Administración, algo que que ya explicó ayer el alcalde, Francisco de la Torre.
La edil ha precisado que se han detectado en la contabilidad gratificaciones abonadas antes de 1995, cuando gobernaba el PSOE, sin documentos que lo justifiquen.
Navarro ha explicado que en 2010 se decidió abonar sendos complementos al jefe de Calidad y Personal y a la coordinadora de Contabilidad e Informática, ya que ambos absorbieron las funciones del director de Administración, que tenía su salario consolidado antes de 1995.
Posteriormente, se dio de baja en 2009 y nunca se reincorporó. Por ello, transcurrido el plazo marcado por la ley, se amortizó este puesto de trabajo sin hacer otro contrato. De ese modo, dos complementos que sumaban 23.550 euros sustituyeron un sueldo de 120.000, es decir, se produjo un ahorro de 96.450.
Respecto al jefe de Servicio, su retribución actual es la que se estableció en 1993, cuando aún gobernaba el PSOE. Desde entonces hasta la actualidad, la única subida ha sido agregar el IPC anualmente.
En cuanto a la operadora de Administración de Gerencia, que ya trabajó con los dos anteriores gerentes, en 2005 se añadió a su nómina un complemento acorde con el desempeño de sus funciones.
Navarro ha recordado que en el consejo de administración del pasado 22 de marzo los consejeros de los tres grupos políticos -PP, PSOE e IU- aprobaron por unanimidad pedir un informe jurídico para comprobar si los complementos que perciben los jefes de Servicio y de Calidad y Personal, la coordinadora de Contabilidad e Informática y la secretaria de dirección tienen soporte legal.
Al respecto, la edil ha subrayado en un comunicado que la empresa defiende que sí lo tienen, ya que «son salarios, antigüedades y complementos legalmente reconocidos y consolidados».
La presidenta de Parcemasa ha reiterado, como ya hizo este pasado lunes el propio alcalde, Francisco de la Torre, que en este asunto «ha habido siempre transparencia, no como antes de 1995, cuando se abonaban gratificaciones discrecionalmente, de forma opaca y sin documentos que lo justifiquen».