Los columbarios son algo necesario en el cementerio de Beasainmendi (Guipuzcoa)
El cementerio municipal, que se ubica en Beasainmendi (Guipuzcoa) desde 1976, vino a sustituir al ubicado junto a las casas de Indar. Aquel cementerio fue reconvertido en el hoy parque José Miguel Barandiaran.
El cementerio de Beasainmendi en sus casi cuarenta años de vida, al margen de las obligadas labores de mantenimiento, apenas ha conocido reformas. Sí que ha conocido el cambio de las placas en los nichos en ese objetivo de armonización general.
Pero ese espacio se va adaptando a las demandas de la sociedad. Beasain anualmente registra entre 80 y 90 muertes pero ahora la ocupación de los nichos se ha ralentizado ante la llegada de las incineraciones, que se materializan en torno al 50% del total de fallecimientos registrados.
En estos momentos el cementerio municipal, entre los varios cientos de nichos que acoge, a excepción de 80, el resto está ocupado. A la hora de realizar una cremación, el cuerpo del fallecido ya no se debe de llevar fuera, el crematorio de Funeraria Oyarbide ubicado en Ittola cumple esta función desde su apertura hace unos meses.
Necesidad de columbarios
La construcción de columbarios se está convirtiendo en un hecho habitual debido a los cambios en las costumbres funerarias. Cada vez son más las personas que optan por la incineración, de ahí la necesidad de construir espacios adecuados para depositar las cenizas de los difuntos y el municipio desde hace tiempo percibía esa demanda.
Es una actuación se engloba dentro de la unidad de actuación de mejoras del cementerio, dentro de la cual se van acometiendo trabajos para mejorar progresivamente las instalaciones del recinto.
La foto del cementerio de Beasainmendi volverá a cambiar. La construcción de los columbarios viene a ser una demanda y una necesidad.
Hay que recordar que la incineración en muchos de los fallecimientos es una realidad; hay quien aventa las cenizas pero también quien las deposita en una urna -las hay de toda clase, tamaño y colores- para que permanezcan en el cementerio.
Las obras de derribo de todo el bloque de nichos, el del área infantil en el cementerio, que ya se ha materializado, suponen un paso adelante a la reordenación de este recinto, toda una adaptación a las demandas de la sociedad del siglo XXI, que en estos momentos solicita la construcción de columbarios.