El historiador británico Charles Allen, podría haber descubierto los restos mortales de Buda

Los restos de uno de los grandes líderes espirituales de la humanidad reposan a los pies de los Himalaya, en la India. Este descubrimiento no solo interesa a los millones de seguidores de Sidharta Gautama, Buda, ‘El Iluminado’, sino que es de interés para todos los amantes de la historia y la cultura.

Por eso El País de Cali (Colombia), habló vía telefónica con el británico Dr. Charles Allen, especialista en historia de la India y líder de la más reciente investigación sobre el tema, quien despejó muchas dudas como un anticipo del documental que a partir de este sábado 11 de mayo podrá ser visto en América Latina a través del canal Nat Geo.

¿Cuál es el punto de partida de un hallazgo como este?

A los pies de los Himalayas, en 1898, un colono británico llamado William Peppe decidió cavar a una profundidad de 24 pies y halló un cofre de piedra repleto de joyas, de pequeñas vasijas y una inscripción que decía: “Estos son los huesos del Buda”.

¿La inscripción basta para asegurar que allí fue enterrado Buda?

Déjenme explicar lo que sabemos sobre la muerte de Buda. Los académicos de hoy dicen que murió alrededor del año 410 a. C. Al morir Buda, varios lugares querían una porción de sus cenizas y huesos, así que decidieron dividirlo en ocho porciones y una de esas le fue dada a su familia en el clan Sakia, quienes vivían a los pies de los Himalayas.

Los Sakia quemaron los restos y los cubrieron con tierra y flores. Luego, 150 o 180 años después llegó un gran emperador llamado Ashoka, él se convirtió al budismo y decidió tomar las ocho muestras de Buda y redistribuirlas a lo largo y ancho del país en pequeñas estupas (montoncitos de restos funerarios). Ninguna de estas muestras ha sido hallada jamás, excepto la de los Sakia. Esos son los restos del Buda que dejaron sus hermanos y hermanas Sakia.

Estos hallazgos en torno a Buda han sido objeto de dudas y descrédito. ¿Qué es lo que hace que usted esté tan seguro hoy en día?

Peppe se topó con una tumba extraordinaria, una como las del antiguo Egipto lo cual es una rareza en la India. Allí había un total de 1.400 joyas y la inscripción que hace referencia a Buda. Peppe le entregó la décima parte del tesoro a la corona inglesa, vendió el resto de las joyas y guardó una pequeña porción para sí. Estas son las únicas que he podido ver y apreciar, tienen un trabajo exquisito…

Luego, cuando vino la Independencia de la India los arqueólogos decidieron echar otra mirada, en 1970 regresaron a la estupa e hicieron un hoyo aún más profundo. Y hallaron otro nivel. Hallaron dos vasijas, una volteada sobre la otra y, adentro, lodo. Nosotros retomamos ese hallazgo y tras nuestra investigación hoy podemos estar bastante seguros de que sí se trata de los restos de Buda.

¿Cómo estar seguros?

Sabemos que el emperador Ashoka lo creyó así en el siglo V, que fue cuando él mismo mandó poner esta inscripción en la tumba. Fue él quien puso el sarcófago de piedra, quien financió la obra y la lleno de joyas extraordianrias. Fue su atoridad real y su dinero. Esto es lo más lejos que llegará la arqueología en relación a los restos de Buda.

¿Cómo impactará al mundo budista?

El budismo tiene cuatro lugares sagrados: el lugar de nacimiento de Buda, el sitio de su Iluminación, donde comenzó su prédica y donde murió. Si los restos de su muerte son estos es una noticia muy importante para los millones de seguidores de Buda, no sabemos cuántos son en China, en Europa, en América, pero sí que son una gigante comunidad.