Un cementerio de Venken completamente anegado por la crecida del Danubio
Unos 26.000 bomberos, 1.600 soldados y numerosos voluntarios continúan hoy en Austria su lucha contra la crecida del río Danubio, que se acerca a Viena, y las tareas de limpieza de escombros y reconstrucción en las zonas más occidentales, donde las aguas han comenzado a bajar.
Un cementerio de Venken, a 130 kilómetros de Buddapest, a aparecido completamente anegado por la crecida del Danubio
Desde el inicio del temporal y la ola de inundaciones, dos personas murieron en Austria, mientras que una mujer de noventa años está en estado crítico y la policía prosigue la búsqueda de dos desaparecidos.
En algunos puntos del este del país, el caudal del Danubio ha superado en las últimas horas al de las devastadoras riadas de 2002, conocidas como «las inundaciones del siglo».
Mientras en algunas regiones ha comenzado a bajar, en otras, especialmente en torno a Viena, el nivel del río no ha alcanzado aún su punto máximo, según los servicios hidrológicos.
En Korneuburg, al norte de la capital, llegó esta madrugada a los 7,92 metros, superando el máximo de 2002 (7,89 metros), y continuaba creciendo en las horas siguientes.
En Viena y otras localidades circundantes, el caudal máximo se espera para esta noche, por lo que se mantiene la máxima alerta, informó la emisora pública ORF.
Los vieneses esperan con calma la llegada de la crecida, confiados en que las medidas de protección construidas en los últimos años limiten a un mínimo los daños, tal y como ha pasado en algunas de las otras ciudades de la república alpina.
No obstante, en la capital quedaron ayer anegados algunos locales de gastronomía y puertos situados al borde del Canubio, así como una estación de metro cercana.
En la localidad de Krems, a 50 kilómetros al oeste de Viena, los equipos de bomberos, ejército y voluntarios luchaban desde esta madrugada para mantener erguido uno de los diques de contención.
En otra zona, un dique de contención de 800 metros de longitud ha sido socavado por las aguas y un centenar de personas intentaban, con miles de sacos de arena y grava, impermeabilizarlo y evitar así lo peor, informó el portavoz de los bomberos Franz Resperger.
Más de 2.000 personas de 82 viviendas fueron evacuadas en la región de Bruck/Leitha anoche, después de que los hidrólogos, si bien registraron retrocesos del nivel del río, advirtieron de que al agua le faltaba solo unos centímetros para desbordar el dique que los protegía.
En localidades como Grein, Schärding, Linz y Mauthausen, que quedaron completamente bajo agua, las cotas más altas se han registrado en las últimas horas y las aguas han comenzado a descender.
Según el servicio hidrológico, en Grein el nivel del caudal subió hasta los 14,29 metros poco antes de las 04:00 hora local, pero no se rebaja la situación de alerta hasta que no descienda a menos de 5,5 metros.
En el oeste de Austria se da por sentado, aunque no al cien por cien (no se descartan nuevas lluvias), que el nivel de los ríos no volverá a subir tras haber alcanzado su nivel máximo en los días pasados, por lo que se han comenzado las arduas tareas de limpieza de escombros y barro, así como de reconstrucción de edificios.
Se calcula multimillonaria la dimensión de los daños materiales, y aunque aún no ha sido cuantificada más exactamente, el canciller federal, Werner Faymann, prometió ayer ayudas rápidas y eficaces a los damnificados.