Denuncian al director del IML por derivar cadáveres a una empresa de su mujer
Las incompatibilidad de las actividades privadas del actual director del Instituto de Medicina Legal y Forense de Málaga (IML), José María Caba, que habría aprovechado su cargo para derivar cadáveres a una empresa de prácticas tanatológicas participada por su mujer, han sido puestas en conocimiento de la Fiscalía por personal del instituto, a través de una denuncia en la que se alude además a otra serie de supuestas irregularidades.
El escrito de denuncia, presentado en la Fiscalía el pasado 8 de abril, ha sido finalmente archivado, según el propio José María Caba, que niega rotundamente la veracidad de los hechos que en ella se refieren. Antes del archivo, sin embargo, el escrito ha sido remitido por correo electrónico a todo el personal del Instituto de Medicina Legal y a la Delegación del Gobierno de la Junta de Andalucía en Málaga.
En la denuncia se refieren varios hechos con los que –de resultar ciertos– el actual director del IML se habría estado aprovechando de su cargo, como la autoasignación de un elevado número de guardias, en detrimento del resto de los forenses del instituto, o la adjudicación del servicio de transporte de cadáveres a una empresa funeraria que pujó en un concurso a la baja temeraria, y que posteriormente efectuó algunos regalos como cajas de vino al director del IML.
Según el reglamento del cuerpo de médicos forenses existe una incompatibilidad absoluta para ejercer actividades tanatológicas privadas o embalsamamientos para el director del IML, que fue designado en enero de 2009.
La denuncia relata cómo justamente ese año se creó la sociedad Gorostiza Morales 2009 S.C., participada por la esposa de Caba y por otro forense del IML, Sergio Fernández Gorostiza. Los denunciantes acusan a Caba de utilizar esta sociedad para efectuar por medio de terceros actividades tanatológicas privadas. La mayor parte de las actas firmadas por Gorostiza en el registro de Sanidad Exterior se refieren a cadáveres cuyo dictamen de defunción ha sido firmado por Caba o a los que se les ha practicado autopsia en el IML.
Este periódico ha podido comprobar que el director del IML firma levantamientos de cadáveres incluso en fechas en las que oficialmente está de vacaciones, y cómo emite certificados y deriva los restos sin estar de guardia.
Asimismo se relata cómo en noviembre de 2012 se adjudicó el servicio de transporte de cadáveres judiciales a la empresa funeraria ASV, la única que participó en el concurso convocado, y a pesar de que su precio se formuló a la baja temeraria. Unos días más tarde los responsables de la empresa enviaron al instituto cajas de vino para regalar a los forenses, y aunque el funcionario del Servicio de Patología rechazó los regalos, el propio director repartió las botellas.
Por último la denuncia señala que Caba efectuó en 2012 más del doble de guardias de 24 horas que el resto de los forenses del IML, que hacen un promedio de 50-60 guardias al año. En concreto, el director hizo 125 guardias, cuyo reparto depende exclusivamente de su competencia.