Innovación y calidad hasta la muerte
Los años 80 y 90 supusieron para la provincia de Ourense un filón en cuanto a los servicios funerarios y la fabricación de féretros. Ataúdes Gallego, fábrica de Piñor, se convirtió en la empresa líder en España, y Galicia empezó a despuntar en ese campo.
Treinta años después las dificultades se llaman crisis, competencia china y subida de IVA; pero empresas como la de Piñor de Cea han sabido especializarse y adaptarse a nuevas demandas, como los productos de lujo. Así, han comenzado a expandirse por América y Europa con ataúdes de materiales nada tradicionales
En épocas de crisis casi todos los sectores luchan contra las consecuencias de la coyuntura económica. No se libran tampoco las empresas de fabricación de ataúdes que, a pesar de mantener la misma demanda o incluso más por el envejecimiento poblacional, tienen que lidiar con fenómenos como la deslocalización o la subida del IVA, de un 8 a un 21%. La provincia de Ourense ha sido una de las grandes potencias funerarias, con empresas de gran calado nacional e, incluso internacional, enclavadas en Piñor de Cea y Ribadavia.
Es precisamente Ataúdes Gallego, con sede en Piñor, la fábrica de féretros líder en Galicia y una de las primeras de España. Con casi 40 años de experiencia, su mayor preocupación radica en conseguir «calidad, a través de la innovación y el diseño», según afirma el gerente de la empresa, Víctor Gallego. Y es que esta fábrica se caracteriza por la elaboración de productos funerarios de lujo y de super lujo, como su gama «Gold» en la que elaboran féretros con revestimiento de oro de 24 quilates y un interior de terciopelo azul. «No solemos utilizar el producto clásico o típico, por eso nos diferenciamos de los competidores», explicó Gallego.
De esta forma destacan también otras gamas de productos, como la elaborada con materiales como la piedra o el cuero. Líneas como la «Alaska» o la «Québec» que están fabricadas en madera, también dejan espacio al oro, que se encuentra en las asas de los ataúdes. Innovaciones que ya se adelantaron en la séptima edición de Funergal y que «seguiremos intentando perfeccionar para continuar marcando la diferencia», afirmó el gerente de Ataúdes Gallego.
Es por eso que ya están en proceso de fabricar más féretros de su serie «Gold» tras vender el primero a Rusia. «Este país es uno de los que más productos nos demandan», apuntó Gallego, aunque su expansión internacional no se queda ahí, sino que ya cuentan con delegaciones en Latinoamérica y África además de haberse iniciado contactos con empresas de Estados Unidos y México. Es el mercado internacional uno de los más agradecidos con este tipo de innovaciones, porque según el propio Víctor Gallego «hay gente por el mundo dispuesta a gastarse un montón de dinero en este tipo de cosas».
Ataúdes Gallego no solo es pionera en Ourense y Galicia en féretros para humanos, sino que también han comenzado una línea de servicios para mascotas que responden a una demanda incipiente en España. En palabras del propio Víctor Gallego «todavía cuesta entrar en este nicho de mercado, pero vamos poco a poco introduciendo estos productos». Así, han comenzado con su gama Mallorca, de 40 hasta 110 centrímetros, y con precios que oscilan entre 130 y 190 euros para acercar aun más si cabe a mascotas y seres humanos.
Potencia nacional
A pesar de que la competencia interior y exterior es cada vez mayor, Galicia sigue destacando por ser una potencia funeraria. De las 1.600 funerarias que hay en el territorio español, casi 600 se encuentran en la comunidad gallega, y emplean a unas 2.500 personas entre trabajos directos e indirectos, lo que supone un pulo a la economía de la región. Víctor Gallego se mostró muy positivo con respecto a la competencia valenciana, barcelonesa y andaluza: «Hay otras zonas muy potentes, pero nosotros seguimos superándolos en calidad e innovación y no tenemos nada que envidiar».