Se ha presentado en Mérida una nueva técnica para la conservación de cadáveres
La responsable de los asuntos de la sanidad mortuoria de la Dirección General de Salud Pública del Servicio Extremeño de Salud, Carmen Donoso, ha expresado en nombre del organismo autónomo su apoyo «incondicional» a la innovación sanitaria en el ámbito funerario y ha destacado que Extremadura es una de las primeras comunidades autónomas en aplicar la novedosa técnica del ‘BIO SAC 200’ para la conservación cadavérica.
Durante la presentación de estos nuevos filtros, desarrollados por la empresa Conserfil Nature, que ha tenido lugar este jueves en el Hotel Las Lomas de Mérida, Donoso ha explicado que este método innovador no invasivo consiste en la colocación de dos bolsas del filtro ‘BIO SAC 200’ en las fosas ilíacas del cadáver, retrasando hasta en siete días el proceso de descomposición, en función de las condiciones ambientales.
El ‘BIO SAC 200’ supone una «importante innovación», ha destacado Donoso, quien ha incidido en que esta práctica permite que la manipulación del cadáver sea mínima, disminuyendo así los riesgos sanitarios que conlleva su maniobrabilidad, según ha indicado el Gobierno extremeño en una nota de prensa.
Ha explicado que, al tratarse de un método no invasivo, la colocación de los filtros no requiere de una dependencia específica en el establecimiento funerario, ya que pueden ser colocadas en los ante túmulos de los velatorios, en las salas de tanatopraxia de los tanatorios o antes del enferetrado en el propio domicilio.
La utilización del ‘BIO SAC 200’ está autorizada en Extremadura desde el mes de marzo, mediante resolución del director general de Salud Pública, Juan Luis Cordero, siendo esta región «una de las primeras autonomías en autorizar su uso». De hecho, en la nueva redacción del Decreto de Sanidad Mortuoria ya se incluyen los tratamientos no invasivos entre las opciones de conservación temporal de cadáveres, ha detallado Donoso.
Esta técnica no invasiva es una alternativa a otros métodos que también se aplican en la actualidad y entre los que destacan los métodos físicos, como la congelación, y los métodos químicos, como el embalsamamiento, mediante la utilización de formaldehído y compuestos similares.
Cabe recordar que según lo establecido en la normativa autonómica en vigor, la conservación transitoria o temporal «será obligatoria cuando el traslado del cadáver hasta su inhumación vaya a realizarse después de 48 horas y antes de 72 horas después de la defunción».
También es necesaria la utilización de alguno de estos métodos de conservación cuando el cadáver vaya a ser expuesto en lugares públicos por un período máximo de 48 horas, así como en casos de catástrofes o muertes colectivas.