Se inaugura un tanatorio en El Peral, para atender a los vecinos del consejo de Ribadedeva en Asturias
En presencia de más de un centenar de personas, la empresa Funerarias del Oriente inauguraba el pasado viernes en El Peral un tanatorio con el que atender una demanda histórica de los vecinos del concejo de Ribadedeva (Principado de Asturias).
El nuevo equipamiento, un edificio de más de 300 metros cuadrados que acoge dos salas mortuorias, oficina, recepción, servicios higiénicos y un gran almacén, se encuentra situado en el barrio del Bao, a pocos metros del enlace con la autovía del Cantábrico y muy cerca del cementerio de Colombres. En la inauguración estuvieron presentes Jesús Bordás, alcalde de Ribadedeva; Fernando Quince y Pedro Llamedo, presidente y gerente, respectivamente, de Funerarias del Oriente y Amador Galán, párroco de Ribadedeva.
Los vecinos presentes valoraron que el nuevo tanatorio se encuentra situado «en el centro geográfico del concejo» y significaron que con la inauguración quedaba saldada «una deuda histórica» con los lugareños. Incluso adelantaron la posibilidad de que muchos vecinos del Valle Oscuru, enclave del concejo llanisco, se decidan por velar a sus muertos «en estas salas antes que desplazarse a Llanes porque les queda más lejos».
Fernando Quince calificó como «estratégica» la ubicación del tanatorio y agradeció la colaboración que su empresa había encontrado en el Ayuntamiento porque «nos ayudaron a buscar el terreno y facilitaron los trámites administrativos, algo que nos permitió concluir la obra en menos de un año», dijo.
Jesús Bordás reconoció que la puesta en marcha del tanatorio era «una demanda histórica consensuada, porque todos los vecinos reclamaban este servicio». Por eso comentó que durante la anterior campaña electoral «el tanatorio fue la principal petición que me hacían los votantes». Y explicó que la instalación ayer inaugurada debería tomarse como ejemplo «de cómo se puede armonizar el interés privado de una empresa con un servicio público esencial» para el municipio.
Como colofón a su intervención, el alcalde de Ribadedeva se mostró profundo en sus pensamientos y dijo: «La muerte es trágica, pero a los vecinos nos queda ahora la compensación de poder velar a nuestros muertos en el propio concejo». De bendecir la nueva instalación se encargó el párroco de Ribadedeva, Amador Galán, quien comentó que «el nuevo servicio responde a una necesidad muy sentida». Matizó que se trataba de «un servicio para todos: creyentes y no creyentes» y aseguró que «estas salas y pasillos serán testigos de la máxima expresión de humildad, calor humano, afecto, cariño y cercanía».