XIV Simposium Nacional del Sector Funerario
Un total de 164 responsables de servicios funerarios procedentes de todas las regiones de España participan desde el pasado día 2 de octubre, en Gijón, en el XIV Simposium Nacional del Sector Funerario. Se trata de una cifra récord respecto a ediciones anterior de estos encuentros, que tienen como objetivo intercambiar experiencias sobre un sector que incorpora novedades importantes y debatir la mejor forma de afrontar los problemas comunes.
Gonzalo Amorós, director-gerente de la entidad que organiza el simposium y buen conocedor del sector, apunta que la incineración es una alternativa al entierro tradicional que es utilizada cada vez más y llega ya al 35%. Curiosamente, «en ciudades con abundante población extranjera, el número de entierros e incineraciones se iguala, mientras que en la España rural, especialmente en el interior, son muy mayoritarios los enterramientos».
La aplicación de las nuevas tecnologías de comunicación a los servicios funerarios han supuesto otro cambio importante, porque ahora existe información ‘on line’ sobre los fallecimientos y no sólo es posible mandar un pésame por correo electrónico, sino también otros servicios como, por ejemplo, adquirir flores. En ese sentido, la ponencia de José Antonio Martínez, creador de la web Esquelas de Asturias dio a conocer datos como que ya han recibido 400.000 visitas este año. El 88% de las entradas corresponden a usuarios asturianos, lo que quiere decir que el otro 12% accedió desde puntos más o menos alejados y, aún así, pudo transmitir su condolencia de forma rápida y eficiente.
Dificultades
Junto a los avances que permiten prestar servicios funerarios de mejor calidad han sido también motivo de debate los problemas y dificultades, no sólo de carácter económico, que afectan al sector.
«Todo el mundo piensa que la crisis no afecta a las funerarias porque es obvio que la gente sigue muriéndose -dijo a el Comercio Gonzalo Amorós-. Sin embargo, también en este sector se nota la crisis. Por ejemplo, el pasado año, el Gobierno se pasó ‘tres pueblos’ al subir el IVA del 8% al 21%, trece puntos que muchas empresas intentaron no repercutir enteramente en los clientes. Por otra parte, cada vez son más completos los servicios, por ejemplo, de ayuda psicológica, de forma que la atención y el trato es mejor, pero a costa de un aumento de los gastos de las funerarias».
Según explicó Amorós, el gasto en los sepelios también se recorta, quizá con la excepción de las personas de etnia gitana, que no reparan en gastos para honrar a sus difuntos.
Entre los problemas administrativos, aunque es evidente que también con repercusión económica, el médico-forense Alfredo Estébanez destacó en una de las ponencias los distintos requisitos exigidos en las diferentes comunidades autónomas para el traslado de un cadáver, por ejemplo, aunque es evidente que los riesgos sanitarios son los mismos, por lo que «no tiene sentido».