Miranda de Ebro no volverá a contar con un forense permanente por “cuestiones técnicas”
Miranda de Ebro (provincia de Burgos) no volverá a contar con un forense permanente. El último de los intentos del Ayuntamiento por conseguir que una de las plazas asignadas a la provincia se adscribiese a Miranda y, desde aquí, a un área de intervención con más de 70.000 habitantes, vuelve a fracasar. Los informes emitidos por el director del Instituto de Medicina Legal de Burgos y la Gerencia de Justicia coinciden en la misma conclusión: «Se desaconseja por razones técnicas».
Es la expresión que utiliza el subdelegado del Gobierno en Burgos, José María Arribas, en la carta de respuesta que ayer hizo pública Alcaldía y que pone fin a las gestiones que este inició a petición de Fernando Campo después de dos episodios lamentables: el fallecimiento de un hombre de 85 años en plena calle y las tres horas que hubo que esperar para el levantamiento de su cadáver (16 de agosto); y las dos horas que la Policía Nacional debió custodiar el cuerpo de un anciana, también fallecida en la calle, dos meses antes.
El documento del Instituto de Medicina Legal de Burgos sostiene que los desplazamientos a Miranda, Villarcayo, Briviesca y Aranda, se realizan «en taxi y por autopista» tanto para el levantamiento de cadáveres como para el reconocimiento de detenidos puestos a disposición judicial, víctimas de violencia contra la mujer, de delitos sexuales, etcétera «personándose en Miranda alrededor de una hora después de ser avisado». En caso de producirse dos requerimientos simultáneos, actuaría el profesional asignado a Burgos, Lerma y Salas de los Infantes.
El retraso del servicio médico-forense es «mucho menos prolongado», se insiste desde esta entidad que el denunciado por el Ayuntamiento planteándose que en el «pretendido retraso de dos horas» se incluye el tiempo de intervención de los servicios médicos y policiales. Se señala, además, que el número de autopsias anuales de Miranda es «muy ponderado»; 25 de media anual entre 2004 y 2012. En cualquier caso, la clave por la que se desaconseja la dispersión de los forenses está en que la centralización en Burgos «permite realizar las autopsias con medios técnicos adecuados, con la ayuda de personal auxiliar y uno o dos médicos forenses según los casos».