Vecinos de Altea se oponen a la instalación de un velatorio

«No queremos nada con la muerte ni que nuestros hijos vivan desde muy pequeños el dolor que ello acarrea». Así de preocupadas se mostraron varias madres, vecinas del edificio situado en el número 1 de la calle Pontet, de Altea (Alicante)  donde, al parecer, está prevista la instalación de un tanatorio-velatorio en la planta baja del inmueble, al parecer a cargo del grupo ASV.

En el edificio viven 72 familias, la mayoría jóvenes parejas con hijos menores de 5 años, que se han movilizado contra la instalación del centro funerario recogiendo firmas y solicitando amparo ante el Defensor del Pueblo, a quien han enviado varios escritos pidiendo ayuda.

La próxima instalación de un tanatorio-velatorio en el casco urbano de Altea fue anunciada el pasado día 7 por el concejal de Sanidad, Gregorio Alvado, quien afirmó que la intención del equipo de gobierno «es autorizar la instalación de un tanatorio-velatorio en nuestra localidad que cumpla los requisitos establecidos para su correcto funcionamiento» y que el objetivo final «es tener un espacio que cumpla todas las condiciones legales, sanitarias y urbanísticas correspondientes, para que despidamos a nuestros seres queridos, sin tener que desplazarnos a otro municipio, con las molestias que eso conlleva».

El caso es que, según afirmaban ayer las vecinas del inmueble, el 30 de septiembre se celebró la asamblea anual de la comunidad de vecinos y, aunque no iba en el orden del día, «el propietario de la planta baja de 3.200 metros cuadrados nos comunicó que se la había alquilado ASV para instalar el tanatorio-velatorio, quedándonos a cuadros». 
Una decisión municipal 
En dicha reunión asistieron pocos vecinos, pero desde que salió publicada la noticia en el diario Información el pasado día 8, los vecinos «vimos que el Ayuntamiento está de acuerdo y nos hemos movilizado contra el velatorio».

Por lo pronto, varios vecinos se han dirigido al Defensor del Pueblo para pedirle amparo y que les diga qué han de hacer. Hablaron con concejales del equipo de gobierno y de la oposición para saber si realmente se instalará el tanatorio-velatorio y se han informado sobre la legalidad de su instalación ante la Conselleria de Sanitat, que les ha dicho que la decisión «es municipal».

Las vecinas portavoces de las 72 familias señalaron ayer que el pasado martes por la noche tuvieron una asamblea extraordinaria «a la que asistimos la totalidad de los vecinos» y que en la misma decidieron presentar un escrito ante el Ayuntamiento pidiendo que no se instale el servicio funerario «porque el actual PGOU de 1982 no contempla este tipo de actividades en el pueblo» y porque «esto acarrearía daños psicológicos a nuestros hijos pequeños que, sin comerlo ni beberlo, serían testigos directos del dolor de las familias de los fallecidos y del traslado de ataúdes y escenas de llanto y tristeza. Queremos evitarles estos duros momentos que no son buenos para ellos», además de que el edificio «está en una zona sin aparcamiento