El alcalde de Puesto del Rosario pretende convertir el Cementerio Viejo en una plaza pública de 4.289 metros
El Ayuntamiento de Puerto del Rosario (Fuerteventura, Las Palmas) ha diseñado un proyecto para rehabilitar el antiguo cementerio de Puerto Cabras que plantea un diseño de una plaza urbana de unos 4.280 metros cuadrados, así como la construcción de un monolito en el centro de la misma en memoria de los difuntos.
Se trata de un cubo macizo de piedra horadado en pequeños huecos que contendrán luz, una por cada persona que haya sido enterrada en este camposanto. El pasado Día de Todos los Santos se realizó una consulta popular donde la mayor parte de los vecinos preguntados rechazaban esta idea.
El anteproyecto que plantea el Ayuntamiento de Puerto del Rosario para convertir el viejo cementerio de Puerto Cabras, que tiene 124 años de antigüedad, en una plaza pública cuenta con el rechazo de los vecinos, especialmente, de las personas mayores que consideran que no se puede borrar una parte importante de la historia de la capital ni con la memoria de los difuntos.
El Consistorio capitalino pretende rehabilitar este espacio sagrado y transformarlo en una plaza urbana de unos 4.280 metros cuadrados levantando un monolito en el centro a modo de homenaje y recuerdo a todos los vecinos enterrados en el citado cementerio. Para ello, ha iniciado una consulta popular con los familiares de los difuntos.
El citado camposanto fue construido en 1889 y acoge actualmente en su interior un total de 402 tumbas y varios panteones. En la década de los 70 dejó de usarse desplazándose los enterramientos al nuevo espacio de Zurita.
Los partidos políticos han entrado en debate sobre esta planteamiento municipal. Mientras que el PP acusa al alcalde Marcial Morales de » faltar el respeto a los difuntos», los nacionalistas respaldan la iniciativa y aseguran que la misma incluye la consulta con familiares y vecinos.
Una de las voces que se ha alzado contra este proyecto es la del gerente del Patronato de Turismo de Fuerteventura, Moisés Jorge. » No quiero que un cementerio del siglo XX se convierta en una plaza pública. Nuestro patrimonio y nuestra cultura funeraria merecen más respeto. Ahí descansa mi bisabuela y ahí deberá seguir estándolo».
El Ayuntamiento capitalino inició en 1985 el expediente para la declaración del citado cementerio como Bien de Interés Cultural (BIC) aunque finalmente no llegaría a materializarse.