Los vecinos siguen mostrando su oposición al proyecto de Funespaña de instalar un crematorio
Un centenar de vecinos de San Mauro y A Parda (Pontevedra) volvieron a movilizarse el pasado jueves en la calle Juan Carlos I para poner de manifiesto su oposición al proyecto de Funespaña que pretende instalar un crematorio detrás del cementerio.
El colectivo, que prepara alegaciones, volvió a exigir que para la instalación de estos hornos deba existir al menos una separación de medio kilómetro con respecto a las viviendas.
Aunque la nueva normativa municipal prohíbe los crematorios en suelo urbano, el proyecto de Funespaña se sitúa en suelo rústico, pero a 50 metros de las casas. De ahí que el colectivo esté ultimando una alegación-tipo que será firmada por los afectados, unas reclamaciones que se sumarían a las particulares que se presenten contra esta nueva normativa.
Un «problema de todos»
La de ayer fue la segunda protesta que convoca la Plataforma Non Crematorios Pontevedra Leste, que prevé, bajo el lema «No crematorios a menos de 500 metros de las viviendas», organizar este tipo de actos todos los jueves en el barrio. No obstante, desde el colectivo no se descartó la posibilidad de que las protestas se extiendan al centro de la ciudad, ya que, según argumentó uno de los portavoces, José Luis Calvo, es un problemática que afecta al conjunto de Pontevedra.
Así pues, también durante la jornada de ayer los manifestantes, provistos de silbatos, pusieron de manifiesto su disconformidad en la rotonda más próxima al conservatorio. A las consignas se sumaron los numerosos carteles de «Fornos non», «vecinos engañados» o «por la salud de nuestros hijos».
Esta plataforma surge un año después de las movilizaciones vecinales que se opusieron a la pretensión de varias funerarias de construir hornos en Mourente o Arzobispo Malvar, entre otros lugares y se opone frontalmente al único proyecto de crematorio que, en la actualidad, tiene opciones de salir adelante.
Los afectados, además de manifestar sus dudas sobre la normativa municipal, apelan a la posible contaminación ambiental que pueda generar la cremación. Tras poner en marcha la plataforma, el pasado mes de noviembre, los propios impulsores reconocían que no tenían nada en contra de estos hornos, pero «sí de su ubicación».