La funeraria cambia de proyecto y contempla el futuro crematorio en el semisótano del tanatorio
El que podría ser el primer crematorio de la comarca de O Salnés (provincia de Pontevedra) ha variado ligeramente su rumbo. Pompas Fúnebres de Arosa renuncia al proyecto inicial -de 2008- en el que pretendía ampliar las instalaciones de la recta de Rubiáns (Vilagarcía) con la construcción de un nuevo edificio -conservando el actual- en el que abrir el servicio de incineraciones.
Desechada esta opción debido a «incompatibilidades con el PXOM», la funeraria se ha decantado por elaborar un nuevo proyecto para poder poner en funcionamiento el crematorio que ansía desde hace años. Este nuevo documento técnico -con fecha de entrada en el Concello del 30 de septiembre de 2013 y visado el 24 de ese mismo mes- contempla la construcción del crematorio dentro del edificio actual del tanatorio, en el semisótano, sin necesidad de ampliación alguna.
De hecho, ni siquiera se prevén obras en la fachada, ya que «se trata de una reforma interior». «Solo se hará sustitución de algunas carpinterías por unas nuevas practicables», puntualiza el proyecto.
El espacio objeto de reforma se ubica en el semisótano y tiene una superficie útil de 235,74 metros cuadrados ( y una construida de 284,46). Ahora esa zona se dedica a garaje y almacenes, así como a una pequeña sala con máquina expendedora autoservicio de refrescos que se sustituirá por una cafetería propiamente dicha de 53,86 metros cuadrados.
Tras la ejecución de los trabajos quedarían dos zonas diferenciadas: una para uso privado de los trabajadores, con la sala del horno crematorio (27,4 metros cuadrados), un vestíbulo, sala de introducción (14,05 m2), etc. Estaría comunicada con el resto del tanatorio a través de zonas de servicio y solo accesibles para trabajadores del centro. Se proyecta un acceso directo desde el exterior del edificio.
La otra zona resultante de la reforma prevista por Pompas Fúnebres de Arosa sería de uso público y estaría formada por la sala de observación (14,37 m2), sala de espera de familiares (18,72 m2), vestíbulos, aseo adaptado (5,45 m2), ascensor y la cafetería.
Zona independizada
Según el proyecto, esta parte del semisótano también tendrá acceso directo desde el exterior y «estará comunicada interiormente por un ascensor con el resto de las plantas del tanatorio». La zona reformada «quedará independizada del resto del edificio con vestíbulos de independencia dimensionados según su uso (paso de personas o de ataúdes) y puerta cortafuegos en el ascensor.
El arquitecto defiende en el documento técnico que la propuesta actual «urbanísticamente no supone un gran cambio y la obra será mucho más sencilla y segura, sin necesidad de reforzar la estructura del edificio existente ni realizar modificaciones en la envolvente».