Continúan las protestas por la construcción del crematorio detrás del cementerio de San Mauro
Los vecinos de La Parda recorrieron, el jueves, la avenida Juan Carlos I (desde la rotonda más próxima al Conservatorio a la más cercana al cementerio y regreso) para dejar constancia, una vez más, de su firme oposición a la construcción del crematorio que promueve la compañía Funespaña detrás del cementerio municipal de San Mauro. Reiteraron que no están en contra de este tipo de instalaciones funerarias pero sí de que se ubiquen a menos de 500 metros de las casas, como es el caso.
Para avalar una demanda que no hace más que exigir lo que es práctica habitual en «el 80% de los casos» ponen de ejemplo, sin salirse de la geografía gallega, la instalación del crematorio de Vilalba en el polígono industrial P-3 o el próximo que habrá en Ourense en el polígono de Barreiros, el de Boisaca instalado hace años en el polígono industrial de Tambre, en Santiago o el de Valadares en Vigo. Ciudad, señalan, cuyo crematorio urbano, el de Pereiro, fue construido en la pasada décadas de los 90 cuando la zona circundante del cementerio municipal estaba poco habitada.
Con la protesta del pasado jueves la Plataforma «Non Crematorios Pontevedra Leste» reanudó las movilizaciones «de los jueves» que habían interrumpido durante las navidades. Paralelamente siguen adelante con la recogida de firmas de protesta, en forma de alegaciones, que entregarán en el Concello antes de que finalice el plazo para presentar objeciones al proyecto, el próximo 23 de enero. Se sumarán a las 200 reclamaciones presentadas en diciembre.
«Parece que esto es un tema de A Parda, pero repercute en toda Pontevedra, tendremos que llegar a toda esa gente para que apoyen esto», apuntaba el portavoz de la plataforma «Non Crematorio Pontevedra Leste» que es partidario de «acercar» al centro urbano la protesta.
Aún así no se sienten solos ya que han recibido el apoyo explícito, aseguran, de distintos colectivos sociales como las asociaciones de vecinos Estrigueiras y Campolongo, la Federación vecinal Teucro, la plataforma de afectados por la subestación de Bértola, en Vilaboa, y de los antaño opositores a los crematorios en Arzobispo Malvar y Mourente, en principio paralizados por la modificación urbanística que tramita el Concello.
