El Ayuntamiento de Lalín ampliará el cementerio de A Romea con el beneplácito de Fomento
La ampliación del cementerio de A Romea de Lalín (Pontevedra) avanza después de 30 meses, cuando el Concello de Lalín anunció este proyecto prioritario ante la saturación de los dos camposantos municipales. El ayuntamiento acaba de recibir el informe favorable de la Dirección General de Carreteras, preceptivo parar acometer las obras pues la ampliación del recinto alcanza el límite con la autopista AP-53.
Con el visto bueno del departamento dependiente de Fomento se desbloquea un proceso que ya había sido aprobado por el ejecutivo -en agosto del año pasad, aunque después se revocó esta orden para ganar seguridad jurídica. Cabe apuntar que en su franja de afección también comprende un vial propiedad de la Diputación.
Una vez recibido el informe de Carreteras el grupo de gobierno pretende llevar al pleno de febrero la aprobación inicial de la modificación puntual número 13 del Plan Xeral de Ordenación Municipal (PXOM). En principio el departamento dirigido por Román Rodríguez contaría con todas las autorizaciones para llevar a cabo esta obra, pues meses atrás la Xunta ya había eximido al proyecto técnico de la declaración de impacto ambiental por entender que se trataba de una intervención de interés general y sin grave afección al terreno. Para ampliar el camposanto será necesario talar algunos árboles, aunque desde el ejecutivo se pretende preservar o integrar en el proyecto el mayor número de ellos.
La ampliación de A Romea había sido anunciada por el alcalde, José Crespo, a comienzos de junio de 2012 para poner fin a los problemas de espacio en los dos camposantos. El cementerio viejo lleva décadas lleno y el situado junto a dos tanatorios, también en la parroquia de Donramiro, está al límite de su capacidad desde hace tiempo.
La actuación urbanística comprende la extensión de este cementerio hasta el puente de la autopista, en Botos, con lo que se ampliará en 16.800 m2 una infraestructura que ahora dispone de 22.285. Además, se incrementarían en 3.200 el número de sepulturas y el recinto pasará a disponer de 7.292 plazas.
El ayuntamiento se reservará una pequeña parte de la nueva superficie para levantar nichos de titularidad pública y el proyecto comprende además un espacio para la construcción de columbarios para urnas funerarias, una vez que la incineración es cada vez más frecuente, aunque la mayor parte de los casos se opta por la inhumación.
Acuerdos
Una vez que el ayuntamiento tiene los permisos será necesario llegar a un acuerdo con el único propietario del los terrenos afectados. El grupo de gobierno se decantará por un convenio urbanístico y en caso de que no prosperase no tendría más remedio que iniciar un proceso expropiatorio. Este escenario podría retrasar más si cabe el proyecto.
