Los Columbarios conservan en su interior los restos de retratos funerarios masculinos y femeninos
El área funeraria de los Columbarios presenta los restos de dos edificaciones funerarias de época alto imperial, en cuyo interior se conservan los restos de retratos funerarios masculinos y femeninos. Estos restos arqueológicos han sido excavados y adecuados para la visita. En este sentido, se trata de un espacio expositivo en el que el visitante puede acercarse al conocimiento del mundo funerario romano a través de un Centro de Interpretación, así como de los restos arqueológicos allí conservados.
La costumbre romana determinaba el enterramiento de los individuos fuera de las ciudades y en torno a los caminos y calzadas de acceso a ellas. Existían desde pequeñas tumbas, sin apenas señalización en el exterior, hasta grandes monumentos que acogían, tanto dentro como en sus alrededores, a familias enteras. Este es el caso de los denominados Columbarios, un conjunto de edificaciones que albergaban en su interior los restos, incinerados y depositados en urnas, de al menos dos familias.
De ellas conocemos sus nombres, origen y condición social gracias a los epígrafes conservados en los edificios: los Voconios y los Julios. El edificio de mayores dimensiones, de planta trapezoidal, pertenece a los Julios, y el de menor tamaño, con planta cuadrada, a los Voconios.
La importancia de estas construcciones reside en el estado de conservación de las estructuras, que están completas en altura, y en la conservación de las pinturas murales. La familia de los Voconios permanece, a pesar del paso del tiempo, representada con todo tipo de detalles.
Intervenciones
Estos edificios, construidos en el siglo I d.C., formarían parte de un espacio funerario más amplio que se situaba en torno a la calzada que, próxima a la casa del Mitreo, que comunicaba Mérida con Córdoba. Restos de otros mausoleos se conservan en la carretera de Don Alvaro, avenida de Portugal o en la Casa del Anfiteatro.
Las primeras intervenciones tuvieron lugar en torno al año 1927 y continuaron en los años 1945-46. No fue hasta 1997 cuando comenzaron las excavaciones arqueológicas con una metodología sistemática. En este primer momento se excavó el exterior de los edificios, para en 1999 excavar el interior de los mismos. En el año 2002 continuaron los trabajos de excavación mientras se desarrollaba el proyecto arquitectónico para la realización de módulos de interpretación.
A través de ellos se pueden ampliar los conocimientos sobre el mundo funerario romano, los modos de enterramiento, la situación de las áreas funerarias romanas en Augusta Emérita o las características arquitectónicas de los edificios que más tarde van a contemplar. El recorrido es abierto aunque se recomienda un recorrido fijo a través de indicaciones numeradas. Estas edificaciones se encuentran en el recinto arqueológico de la calle Via Ensanche sin número.