La caída del muro en el cementerio de Bobes obliga a rehacer 164 nichos

La caída del muro en el cementerio de Bobes (parroquia del concejo de Siero en el Principado de Asturias) obligará a rehacer 164 de los 308 nichos del cementerio. Así lo concretaron ayer los miembros de la comisión ciudadana que coordina las actuaciones de reparación del camposanto, y que ya ha comenzado a identificar los féretros y a preparar las actuaciones encaminadas a reubicar temporalmente los féretros mientras duran las obras.

Este cálculo eleva notablemente los 120 nichos que se habían estimado en un primer momento. Al revisar los registros del cementerio, y merced a un croquis realizado por el vecino Agustín García, se ha podido comprobar que el número de nichos afectados es aún mayor del que se pensaba.

En concreto, el hundimiento afecta en mayor o menor medida a todos los nichos entre los números 80 y 244. Pese a todo, la comisión confía en que una buena coordinación y la generosidad de todos los propietarios permitan reubicar de manera transitoria los féretros afectados por el derrumbe mientras duran las obras. «La gente es muy sensible, y estamos seguros de que ante una situación como ésta no habrá ningún problema para que aquellos que puedan presten sus nichos libres», sostiene el alcalde de barrio de Bobes, Francisco Javier Villanueva, quien recibe a los vecinos en las escuelas de Balbona todas las tardes, de 19 a 21 horas, para identificar los nichos.

Precisamente las escuelas acogieron ayer la primera reunión de la comisión ciudadana encargada de coordinar las obras. Un encuentro en el que se constató que las obras de desescombro comenzarán este lunes, después de que el concejal de Urbanismo, Manuel Ballestero, confirmase que se habían completado los trámites precisos. Además, la comisión estudia incluir un columbario en el cementerio, para depositar urnas con cenizas.