“Era muy doloroso para todos identificar los restos óseos”
El alcalde de barrio de Bobes, (Concejo de Siero, Principado de Asturias) Francisco Javier Villanueva, acude a diario al cementerio parroquial de Bobes, para seguir a pie de obra las labores de desescombro tras el derrumbe parcial del camposanto, ocurrido el pasado 4 de febrero, que dañó a 164 nichos de los 308 existentes.
Una vez identificados todos los restos óseos de los nichos afectados, su prioridad se centra ahora en transmitir tranquilidad a las familias que han atravesado momentos muy delicados con las tareas de reconocimiento.
-¿Cuántas familias han recurrido a la incineración tras el derrumbe parcial de las dos alas del cementerio parroquial?
-Una decena de familias nos ha pedido llevar los restos de sus parientes para incinerarles. Los demás seguirán manteniendo los nichos en el cementerio parroquial. De los 308 nichos que hay en el cementerio se vieron dañados 164.
-Ya se ha desescombrado las dos alas extremas, que fueron las más afectadas y se ha procedido a la identificación, que era lo más delicado para las familias.
¿Confía en que ahora se acelerará la reforma?
-Los cuatro trabajadores que están realizando la obra hacen su trabajo muy bien y todo va como esperamos. Ahora tienen que rebajar 30 centímetros el muro, meter las cinchas y reforzar los dos laterales; también hay que nivelar y poner una rejilla en la cámara para que haga un circuito de ventilación en los nichos.
-¿Tienen ya una fecha prevista para la conclusión de las obras de rehabilitación?
-Todavía no hay una fecha concreta, aunque los trabajos están muy avanzados. Nos han ayudado mucho el concejal de Urbanismo, Manuel Ballestero, que viene todos los días para agilizar los permisos, y el concejal de Obras, Rubén Arbesú, para facilitar una pala para despejar los escombros. También estamos muy agradecidos a la Policía Nacional y Local y a la Guardia Civil. Todos nos ayudaron mucho.
-¿Cómo organizaron las labores de identificación de los restos?
-Procuramos actuar con delicadeza. Todos tenemos aquí enterrado a algún familiar y era muy doloroso para todos. Pero todas las familias se portaron maravillosamente bien. Al principio tuvimos que avisar para que no vinieran todos a la vez y esperaran a que les fuéramos llamando. Lo hicimos en grupos de tres o cuatro familias por día, para que fuera todo más íntimo.
-¿Aprovecharán las obras de rehabilitación para ampliar el cementerio?
-En principio no. El vecino de la finca que hay junto al cementerio, José Cuesta Prado, se ha portado muy bien y nos ha dado muchas facilidades para hacer el voladizo, pero no hemos planteado esa posibilidad, aunque el cementerio se queda pequeño.
-El Arciprestazgo de Siero ha realizado el domingo 23 de febrero y ayer , día 2, sendas colectas en las 57 parroquias de los seis municipios que la integran. La comisión gestora, de la que usted forma parte, ¿sabe a cuánto ascendió la recaudación?
-No. El párroco, José Luis Fernández, no nos ha comentado nada del dinero recaudado ni el domingo, 23 de febrero, ni el de hoy (por ayer). Solo sabemos que se iban a hacer las colectas, pero no nos dijo nada más.
-¿Tienen calculado el coste total al que podría elevarse las obras?
-No. Tenemos miedo a que suban mucho y nos tememos que la colecta sea insuficiente.