El 20% de los entierros celebrados en Pontevedra en 2013 optaron por la incineración
Dos de cada diez entierros que se celebraron el pasado año en los cinco cementerios municipales de Pontevedra, correspondieron a fallecidos que optaron por la incineración, una modalidad cada vez más arraigada, como lo demuestra el hecho de que el Concello tiene en marcha un proyecto para ampliar el número de columbarios (espacios para depositar las cenizas) en el camposanto de San Mauro ya que «es lo que más se demanda», según admite el gobierno local en un balance interno sobre la actividad anual en este recinto.
Esta memoria técnica llega en medio de la polémica por los proyectos empresariales para crear hornos crematorios en la ciudad y la normativa urbanística aprobada por el Concello para limitar su ubicación, una normativa pendiente de entrar aún en vigor y que solo permitiría una iniciativa, la de Funespaña detrás de San Mauro.
En los cinco cementerios municipales se realizaron el pasado año 287 inhumaciones (171 de ellas de mujeres y 110 de hombres, más seis fetos): 218 en San Mauro, 9 en Bora, 12 en Campañó, 32 en Lourizán y 16 en Pontesampaio. En 56 casos se trataba de incineraciones, que se realizan en hornos ubicados en otros municipios ya que Pontevedra carece de esas instalaciones. Se trata de un 19,52% de los entierros en estos recintos, un porcentaje al que se deben añadir las inhumaciones en los cementerios parroquiales y los que optan por esparcir las cenizas o guardarlas en casa, con lo que la incidencia es aún mayor.
Por ejemplo, Pompas Fúnebres de Arosa, que proyecta un crematorio en Vilagarcía, esgrime que el 14% de los servicios funerarios que prestó en 2013 incluyeron incineración, lo que supone el doble de lo que se registraba en 2010. Según sus datos, en otros lugares, como por ejemplo en Vigo, las cremaciones ya superan a las inhumaciones, lo que demuestra que en las zonas urbanas la alternativa a recibir sepultura cada vez gana más terreno.
Otra prueba de la creciente demanda de la incineración es que la petición de nichos tradicionales ha quedado estancada en los últimos años, mientras que crece la solicitud de columbarios, por lo que el Concello trabaja en crear otro centenar en San Mauro, donde ya se ofrece esta opción desde hace tiempo. En la actualidad hay 45 de estas urnas adjudicadas por 75 años y otros 16 alquilados por cinco años y solo hay disponibles 11.
En cambio, en el principal camposanto municipal están disponibles y sin uso 297 nichos (170 en oferta y 127 en reserva para posibles casos urgentes), mientras que en Pontesampaio son 80. El gobierno local acaba de poner en marcha un nuevo proceso de adjudicación toda vez que el anterior, hace apenas tres meses, solo cubrió el 25% de la oferta.
En el rural todavía tiene mucho más arraigo la inhumación tradicional. Así, en Bora solo hay disponibles seis nichos y cuatro en Campaño, mientras que se proyecta una ampliación de su número en Lourizán, donde hay espacio para satisfacer la demanda de los vecinos, según el Concello.