El cementero de Torrero contará con nuevas capillas
El Ayuntamiento de Zaragoza celebrará hoy lunes, 17 de marzo, una reunión informativa a las 12.00 horas en el salón de actos del edificio Seminario, con las familias interesadas en acceder a una capilla en el cementerio de Torrero. Se trata del primer paso para impulsar este bien funerario, que se caracteriza por incluir diferente número de nichos y columbarios en su interior, además de un pequeño altar, en el que se pueden reunirlos restos de una misma familia.
Este tipo de uso funerario fue perdiendo demanda, hasta el punto de que el Ayuntamiento de Zaragoza no estaba optando por este tipo de construcción hasta que el año pasado registró y consideró la demanda de numerosas familias que se interesaban por este tipo de enterramientos.
Con este fin, el Ayuntamiento, redactó el proyecto y aprobó un convenio marco que adjudicó a la empresa Mariano López Navarro la construcción de 56 capillas por 1,3 millones de euros, que podrán ampliarse en número en función de las distintas peticiones que lleguen al Consistorio.
Así las familias conocerán el lunes la fórmula adoptada por el Ayuntamiento para generar las nuevas capillas además de los principales aspectos de los nuevos enterramientos. A esta sesión pueden sumarse aquellas otras personas o familias interesadas en contar con este tipo de enterramiento.
Diseño
Las 56 capillas se levantarán en una franja junto a la valla sur del cementerio, a continuación de las capillas ya existentes. El nuevo proyecto, por lo tanto, completará la zona edificable entre la franja sur y la calle I.
Así, se han previsto dos tipologías edificatorias: el de las capillas lineales, adosadas a la valla sur del cementerio (un total de 26), con dos módulos de tres capillas cada uno en los extremos y cinco módulos de cuatro capillas en el centro, y el que se situará delante, junto a la calle I, con un frente de cinco bloques aislados de seis capillas cada uno.
Entre ellos, surgirán pequeñas plazas ajardinadas. El conjunto estará, a su vez, delimitado en sus extremos por plazas mayores ajardinadas. También la vegetación tendrá protagonismo para separar las capillas colindantes de las proyectadas, y evitar un excesivo peso de la dimensión lineal de la edificación.
Cada capilla tendrá una puerta de acceso que se abrirá al exterior 135 grados. En el interior, dispondrá de un vestíbulo con un pequeño altar al fondo, cinco niveles de enterramientos a cada lado, con un total de diez nichos en cada capilla y, al fondo, otros tantos columbarios, junto al altar. Un lucernario sobre el vestíbulo se encarga de iluminar la estancia y de aumentar la altura de la edificación en esa zona.
Respecto a los materiales de construcción, el hormigón blanco tendrá protagonismo especial en las 26 capillas del fondo de la valla sur, mientras que los bloques de 30 capillas junto a la calle I serán de hormigón amarillo. La carpintería y los vidrios también se encargarán de llevar al conjunto otros matices de color (azul grisáceo y distintos matices de amarillo). Las plantaciones que van a alternar en estos conjuntos se plantean con pocos elementos, aunque en cada plaza se plantará un árbol bíblico (olivos, palmeras) y también se utilizarán chopos y lavanda aromática.