El Ayuntamiento de Alfaro reforzará el 80% de la estructura del cementerio para evitar nuevos derrumbes
El Ayuntamiento de Alfaro (La Rioja) iniciará en los próximos días labores de mantenimiento en el cementerio municipal. Como se recordará, el camposanto de Alfaro sufrió el derrumbe de la fachada de la estructura de nichos del bloque B-6 y evidenció la necesidad de trasladar 124 féretros del B-4 que amenazaba hundimiento.
Después de invitar a participar en este contrato menor a las doce empresas de la construcción y autónomos que están inscritos en el censo abierto por el Ayuntamiento, el mejor precio entre los nueve presentados fue el de Alberto Varea Construcciones. El adjudicatario ofertó un precio 31.356,15 euros más IVA (la licitación salió por 49.724 euros). Como novedad, y garantizando la total transparencia, la apertura de sobres se realizó públicamente ante las empresas que acudieron al acto.
Con la previsión de que los trabajos comiencen en los próximos días, se va a derribar el B-4, que dará lugar a un muro con mirador, y el B-6. El grupo de gobierno ni se plantea volver a levantar nichos en esas zonas. «Tenemos espacio suficiente en la ampliación del camposanto, con un firme sólido, por lo que no vamos a arriesgarnos a meter dinero en unas zonas que no sabemos cómo está el subsuelo», señala el concejal de Urbanismo, Adrián López.
De cara a combatir las filtraciones de agua que afectan al resto del cementerio, los trabajos prevén limpiar y retejar, y cambiar los canales de los bloques B-1, B-2, B-3 y B-5, vecinos de los afectados, y de D-1 a D-5, ubicados en la parte más antigua del camposanto. Con esta actuación, más del 80% del cementerio verá reforzadas sus estructuras. Además, por el mal estado en el que se encuentra, se reconstruirá de nuevo el tejado del C-4 y reforzará su piso inferior, bloque que está detrás del espacio para columbarios.
«El cementerio ha sido el gran olvidado de todas las legislaturas y con estos trabajos de mantenimiento buscamos preservarlo de cara al futuro y evitar problemas», señala López. Con ese objetivo, el Ayuntamiento ha puesto varios testigos y ha apuntalado la zona del B-7, bloque contiguo al que en enero del 2013 se desplomó y obligó a trasladar 101 nichos a la nueva ampliación.
«De momento los testigos no se mueven, pero vamos a estudiar continuamente cómo se encuentra la zona para prever antes que lamentar», señala López.