El cementerio de Nájera recupera su aspecto después del trabajo realizado por los familiares de los fallecidos

En los últimos meses el cementerio de Nájera (La Rioja) ha comenzado a recuperar un aspecto más ordenado, gracias a las reparaciones desarrolladas por familiares de los fallecidos y al trabajo del responsable del cementerio. Poco antes del 1 de noviembre numerosas tumbas del camposanto najerino, especialmente las más antiguas, se hundían en el terreno a causa de la debilidad por humedades del subsuelo.

Esa desestabilización había ocasionado que se partieran algunas lápidas y que los adornos de piedra u hormigón se mantuvieran inclinados. Ante ese estado de cosas, la Alcaldía encargó que se avisara a los familiares para que procedieran a arreglar ese tipo de incidencias y así se ha estado haciendo en estos meses.

Se han colocado nuevas construcciones de granito o mármol y donde no ha sido posible el contacto con las familias o donde éstas no podían asumir los costes de nuevas lápidas se ha dado firmeza al terreno a base de tierra y de recolocar la verticalidad de los adornos y cruces.

En la misma operación de limpieza se han arreglado los destrozos que causaron las ramas de los árboles caídas en una tormenta durante el pasado otoño, gastos que por norma general han corrido a cargo del Ayuntamiento como titular y responsable de la custodia del cementerio.

Lo que no se ha podido solucionar es la reposición de las cadenas que desaparecieron una noche por la acción de los amigos de lo ajeno, cuya sustracción continúa en el sumario de investigación de la Guardia Civil.