El cementerio de Derio ha registrado únicamente 21 enterramientos por el rito musulmán en seis años

450 metros cuadrados de superficie, orientados hacia La Meca, con capacidad para alrededor de 300 sepulturas. Fue la zona que en el cementerio de Bilbao, situado en la localidad vizcaina de Derio, se inauguró hace seis años. Desde entonces, solo ha sido utilizado el 7% de su capacidad: 21 enterramientos musulmanes entre 2008 y 2014, de los cuales 13 son cuerpos de niños de un año o menos.

La razón de este elevado porcentaje de enterramientos de menores -61,9%- se debe a que la gran mayoría de adultos cuentan con seguros de fallecimiento que cubren con los gastos de repatriación a su país de origen, cuestión que no ocurre en el caso de los niños. La otra gran parte de los cuerpos enterrados en el camposanto de Derio son musulmanes conversos, es decir, a quienes han tenido otras creencias religiosas con anterioridad. Es la situación actual de esta zona anexa al cementerio de Bilbao en sus ocho años de existencia.

“Estamos contentos con la parcela municipal que puso a nuestra disposición el Ayuntamiento de Bilbao y el servicio prestado hasta el momento es bueno”, explica al diario Deia Ahmed El Hanafy, uno de los representantes de la comunidad islámica en Bilbao y el encargado de firmar el acuerdo al respecto con el entonces concejal del área de Salud y Consumo del Ayuntamiento, Sabin Anuzita. “El espacio es suficiente porque la mayoría de musulmanes tienen seguros de fallecimiento, pero la situación puede variar con generaciones futuras de musulmanes que nazcan en Bilbao”.

Además de los seguros, otra de las cuestiones a tener en cuenta para explicar el gran número de repatriaciones a los países de origen es la participación de los consulados en dicho proceso. “El Consulado de Marruecos en el País Vasco, por ejemplo, se encarga de repatriar los cuerpos de la gente que no tiene recursos económicos”, relata Mostapha Ait Oukin, otro de los representantes islámicos en la villa. Hay casos en los que familiares y amigos son quienes envían el dinero con el fin de que los cuerpos puedan ser repatriados. “Lo cierto es que no se utiliza mucho el recurso del cementerio de Derio, solo en casos extremos como los menores”, destaca.

También se dan situaciones en las que los cuerpos de fallecidos musulmanes que no puedan ser enterrados en el cementerio municipal bilbaino son enviados a cementerios musulmanes como Madrid, Logroño o Zaragoza, ciudades más destacadas por cuestiones de proximidad geográfica.

Reuniones habituales. Los representantes de las tres comunidades islámicas de Bilbao y Ahmed El Hanafy, como representante de la Comisión Islámica de España (CIE), se reúnen de manera periódica con el actual concejal de Salud y Consumo, Mariano Gómez, vicepresidente del distrito de Ibaiondo. El pasado jueves, sin ir más lejos, volvieron a tener un encuentro en el que quedó patente la buena sintonía entre todas las comunidades y el Consistorio, a la hora de tratar las preocupaciones y mejoras de convivencia de la comunidad musulmana en Bilbao.

La razón por la que el Ayuntamiento de Bilbao puso en marcha las obras para crear una zona de acceso propio y una parcela diferenciada para enterramientos musulmanes en el cementerio de Derio fue una petición expresa de la comunidad existente en Bilbao. “La gente todavía no tiene necesidad de ser enterrado aquí”.

Por tanto, se da una situación curiosa, ya que el espacio de 450 metros cuadrados es más que suficiente por el momento; sin embargo, al ser un lugar perteneciente al Ayuntamiento de Bilbao, no es posible que gente que no haya nacido o fallecido o no esté empadronada en la villa sean enterrados allí. A pesar de que las comunidades islámicas sí se han percatado de la falta de aumento en el número de musulmanes en Bilbao, lo cierto es que consideran que “la comunidad musulmana es joven” y esta realidad podrá verse modificada y no ser mayoritariamente cuerpos de menores los que se entierren en esta zona.