Una excavación en las cuevas del Monte Carmelo (Israel) desvelan un banquete funerario de hace 13.000 años
Una excavación en las cuevas del Monte Carmelo, cerca de Haifa al norte del Estado de Israel, desveló una gran comida cerca de una tumba, que los arqueólogos aseguran, se trata del primer banquete funerario descubierto hasta ahora de la era prehistórica.
Las cuevas del Monte Carmelo servían como refugio a una tribu de docenas de miembros al final de la era glacial, hace 13.000 años. «Sabemos que el hombre prehistórico enterraba y velaba a sus muertos, pero no sabíamos que también hacían cenas rituales en su honor al pie de las fosas», comentó Guy Bar-Oz, uno de los tres arqueólogos de la Universidad de Haifa que dirige la excavación.
«Estamos seguros de que son los restos de una comida, más bien banquete, por que los huesos que se hallaron al lado de la tumba se rompieron con utensilios y a muchos se les extrajo el tuétano», aseguró Bar-Oz. Los arqueólogos llevan excavando en el Carmelo desde 2003 y desde entonces desenterraron 29 esqueletos de niños y adultos, pertenecientes a los natufienses, una cultura prehistórica que se extendió por todo Oriente Medio hace más de 15.000 años.
El equipo, compuesto por Bar-Oz, Reuvén Yeshurún y Dani Nadel, de la Universidad de Haifa, trabaja en este proyecto en colaboración con el Instituto Weizmann de Rehovot, así como con otras universidades de Francia, Hungría y Estados Unidos para estudiar la cultura natufiense. «Nuestra tesis con respecto a este descubrimiento es que toda la tribu se reunía alrededor de la tumba para honrar al muerto con una comida y velarle.
Esto tiene mucho sentido si se tiene en cuenta que los Natufienses estaban en pleno proceso de transición del nomadismo al sedentarismo y esto era una forma de unir a la tribu», comentó Bar-Oz. Para sustentar su teoría, los arqueólogos señalaron que los miles de huesos encontrados junto a la tumba muestran marcas de haber sido cortados con sílex, algo que no ocurría cuando se enterraba a los animales junto al muerto, para ayudarle en la otra vida. «Los natufienses muchas veces ponían animales pequeños junto al difunto, pero cuando nos encontramos ante este tipo de enterramientos, los huesos están enteros, no cortados», explicó el investigador.
Los natufienses no eran muy exigentes con su alimentación y aprovechaban la fauna local como liebres, tortugas, ratones y otras especies de pequeños mamíferos, aunque la gacela local era su manjar preferido. Otro de los descubrimientos importantes que se realizarón en los últimos diez años en el Monte Carmelo fue uno de los primeros cementerios de la prehistoria, donde se encuentran enterradas varias generaciones de natufienses a lo largo de un periodo de más de mil años.
Los natufienses vivieron durante el Holoceno, cuando el clima en Oriente Medio era frío yhúmedo, con abundante vegetación. Los arqueólogos piensan que fueron los primeros en cultivar cereales a pequeña escala y se considera que son el nexo entre el nomadismo y el sedentarismo y la transición a la agricultura. Fueron los primeros humanos que comenzaron a enterrar a sus muertos y a realizar rituales funerarios, ya que separaban la cabeza del tronco del difunto y adornaban la fosa con flores.
Aunque no domesticaban animales, sino que todavía eran cazadores y recolectores, parece que los natufienses sí domesticaban perros, ya que los primeros restos arqueológicos de cánidos y humanos enterrados juntos se encontraron en sus cuevas.
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