Avanzan a buen ritmo las obras en el tanatorio de Torrero y ya están actuando en los velatorios de la planta baja

El Ayuntamiento de Zaragoza inauguró el pasado 10 de marzo el nuevo edificio que incluye tres velatorios, dos salas de ceremonias y cuatro hornos crematorios-, pero aún no se ha abierto al público porque faltan los últimos retoques. Sí se usan ya los hornos. Las familias que acuden a un funeral en el cementerio de Torrero (Zaragoza) todavía tienen que pasar junto a vallas y máquinas. El Ayuntamiento inauguró el nuevo tanatorio hace dos semanas, pero este aún no ha abierto al público y en el complejo funerario continúan las obras.

Hay máquinas que están trabajando en el vial entre los dos edificios, el nuevo y el que está en uso. Y siguen los obreros en el interior terminando los últimos retoques. El edificio está prácticamente acabado, pero aún no se usa para funerales y los trabajadores del cementerio afirman que «no tienen una fecha prevista». Sí se usa el nuevo aparcamiento, situado en la parte trasera de ambos edificios, y que se ha ampliado a 397 plazas. También se ha cambiado la parada de autobús y la de taxis.

El nuevo edificio ha sido remodelado totalmente: desde la entrada con una pérgola recubierta de cobre; a dos salas de ceremonias muy luminosas preparadas para actos aconfesionales; tres velatorios más espaciosos y cómodos que los antiguos; un pasillo subterráneo que conecta los dos edificios y una nueva estancia para desembarco de los coches fúnebres; cuatro nuevos hornos (lo único que está en funcionamiento del edificio), y una sala de espera para las familias tras la incineración. Las obras han costado 5,1 millones de euros, financiadas por el fondo estatal del año pasado.

El Ayuntamiento afirma que «faltan unos días» para terminar las obras En una de las dos nuevas salas de ceremonias (sin ningún símbolo religioso) hay una exposición de fotos hasta el próximo domingo. La otra ya tiene los bancos para el público pero está cerrada. Fuentes de Urbanismo explican que las dos salas están operativas desde el día de la inauguración y que podrían usarse ya si hiciera falta.

Respecto a los trabajos en el interior, señalan que se está terminando la sala de recepción de cenizas donde estaban los antiguos hornos. Las obras en esta sala no pudieron empezar hasta que se desmontaron los viejos crematorios. También falta terminar la impermeabilización de las cubiertas. Todo podría estar terminado «en una semana».

«Ha quedado muy bonito, muy luminoso, aunque está sin terminar», afirma Mercedes Majorena, voluntaria que está enseñando estos días la exposición de fotografía ‘La ciudad de mármol’. «El parquin está muy bien, se accede mejor que antes y hay más plazas», añaden Diego Quesada y Consuelo Villodres, también voluntarios. «Las obras han quedado muy bien, ahora falta que se abra el edificio. Desde el verano, se celebra funerales por la mañana y por la tarde, así no hay retrasos», señala Carmen Puerta, de la funeraria Mémora.