El cementerio viejo de Santaballa no se utiliza desde hace décadas pero sigue en pie por su valor artístico

Un cementerio parroquial que queda en desuso acaba clausurado y puede incluso desaparecer como recinto; sin embargo, un cementerio también puede seguir en pie, aunque no se realicen enterramientos, si posee algún valor que justifique su permanencia. Fue lo que ocurrió en Santaballa en Villalba (provincia de Lugo), en donde el cementerio, que no se usa desde hace décadas, sigue en pie, aunque con un descuidado aspecto que contrasta con el interés de varios de sus elementos.

Otros casos Cementerios desmontados. Aunque son cementerios de villas o ciudades, de titularidad municipal, los que suelen clausurarse por quedarse pequeños o muy céntricos -así ocurrió, por ejemplo, en Villalba-, también se cierran cementerios parroquiales: un caso se dio en Bretoña.

Contraste Un camposanto deshecho, otro conservado. Tras quedar sin servicio, el cementerio parroquial de Bretoña permaneció en pie; no obstante, dejó de visitarse, empezó a descuidarse y se acordó finalmente suprimir el recinto. En el caso de Santaballa, en donde el cementerio nuevo se inauguró en la década de los ochenta, la situación fue diferente: se trasladaron los restos; pero hay sepulturas y elementos funerarios que se han conservado y cuyo interés no parece discutirse, como admitió ayer el delegado de Patrimonio del Obispado de Mondoñedo-Ferrol, Félix Villares.

Mejoras Un adecentamiento que no parece costoso. Aunque estos no son tiempos de abundancia económica, el Obispado mindoniense entiende que algunas mejoras del cementerio de Santaballa no serían costosas: por ejemplo, adecentar algunos panteones y segar periódicamente el césped ayudaría a mejorar el aspecto, como manifestó Vilares. En el cementerio ya no quedan restos, pues fueron trasladados al nuevo.