La ampliación del cementerio municipal de A Romea sigue bloqueada por la Dirección Xeral de Patrimonio
La ampliación del cementerio municipal de A Romea, en Lalín, (provincia de Pontevedra) se mantiene bloqueada por una autorización de la Dirección Xeral de Patrimonio. El dictamen del organismo autonómico acumula un notable retraso, cuestión que impide al Concello continuar con la tramitación administrativa de un proyecto que cuenta con todos los permisos, pero que no avanza por la tardanza de Patrimonio en diligenciar un asunto que, según fuentes consultadas, no tiene una gran complejidad. El problema es que tanto este cementerio como el antiguo están a tope de capacidad desde hace tiempo.
El gobierno local, aunque ya se lo hizo saber a este organismo, reiterará su solicitud para que Patrimonio trate de desatascar lo antes posible este dictamen y el expediente pueda continuar con su tramitación. El concejal de Urbanismo y portavoz del grupo de gobierno, Román Rodríguez, resalta que no esperaban que la resolución pendiente acumulase tanta demora y espera que el proceso pueda agilizarse lo antes posible y permitir así al ayuntamiento avanzar en un proyecto de ampliación del camposanto anunciado en verano de 2011.
La extensión del recinto de A Romea cuenta con todos los permisos de administraciones superiores y la obra precisó de una modificación puntual del Plan Xeral de Ordenación Municipal (PXOM). En un primer momento desde el gobierno local se remitió la documentación a la Consellería de Medio Ambiente para someter el proyecto a la declaración de impacto ambiental y poco después la Xunta, tras analizarlo, decidió eximirlo de este procedimiento.
Una vez que la ampliación del cementerio se llevará desde su cierre actual en dirección Botos-Donsión, fue preciso que el Ministerio de Fomento aprobase la intervención, una vez que las obras llegarían al ámbito de afección de la autopista. El ministerio resolvió favorablemente la autorización en enero del presente año, mientras el Concello seguía dando curso a la tramitación urbanística con la aprobación de las modificaciones en el planeamiento.
Uno de los retrasos se debió precisamente a que la primera aprobación inicial salió adelante en pleno sin el informe previo de Carreteras, cuestión que fue solventada al llevar de nuevo a pleno el expediente y concretar su segunda aprobación inicial en abril del año pasado.
Una vez que Patrimonio autorice el proyecto -es preciso talar árboles en una propiedad privada- el Concello deberá someter el expediente a la aprobación provisional y después remitir el acuerdo a la Xunta, que mediante un acuerdo de la consellería, es la encargada de la aprobación definitiva.
Terrenos
Para la obtención de los terrenos el Concello debe llegar a un acuerdo con el único propietario de la superficie a ocupar. La negociación es la primera opción del grupo de gobierno, aunque por la urgencia de las obras, no descarta tener que recurrir a la expropiación en caso de que no se lograse un acuerdo satisfactorio con el dueño de los terrenos.
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