El pago por los conceptos religiosos es causa de discrepancias entre funerarias y curas

El pago de los conceptos religiosos es causa de discrepancias entre funerarias y curas, y esta causando serios conflictos entre las partes. A fin de evitar esas situaciones, el Arzobispado de Santiago de Compostela (provincia de La Coruña) ha puesto en claro, a través de una comunicación de la Vicaría General, la tabla de conceptos que incumben a los sacerdotes y su aplicación.

La instrucción va dirigida a toda la archidiócesis y en ella se señala que si existen diferencias por la forma de pago de los servicios eclesiásticos «lo adecuado es que las partes procuren llegar a un entendimiento». Y si este no existe, «prevalece lo determinado por el sacerdote» y si esa determinación no es aceptada por las funerarias, el párroco tratará el asunto con la familia.

El problema espinoso surgió en Pontevedra por la decisión de varias funerarias de aplicar el pago bancario ante la actitud de muchos párrocos de exigir el pago en metálico y sin ningún tipo de recibo para presentar ante Hacienda. «Al haber modificado algunas funerarias de modo unilateral el abono en metálico, el sacerdote responsable del templo dejará de adelantar el dinero para abonar las prestaciones a los sujetos actuantes en el acto celebrativo, debiendo la funeraria arreglar ese punto con cada uno de ellos con antelación a la celebración», dice la Vicaría.

Presentar justificantes
«Todos tienen algo que atribuirse, funerarias y sacerdotes», dice el vicario territorial José Antonio Seoane, quien está de acuerdo en que los curas cobren lo legalmente estipulado y presenten justificantes por los conceptos cobrados «pero lo que no pueden es introducir conceptos por los que no tienen que responder, porque no están en la tabla oficial. Tienen que tener rigor, pero no se les puede pedir o que no les incumbe o que no les atañe».

Señala José Antonio Seoane que en la zona de Santiago tiene conocimiento de casos concretos de roces por este motivo, pero sin que exista la conflictividad que se produce en otros lugares. El propio presidente de la Asociación Provincial de Funerarias, José Becerra, se muestra convencido de que hay problemas con las tasas y los justificantes en el ámbito de Santiago, porque se lo comentan profesionales del sector pero «en la asociación no hemos recibido ninguna queja».

En todo caso, lo que quiere la Iglesia compostelana es concordia: «El Arzobispado de Santiago desea que en este punto tan sensible para los sentimientos de las personas, los sacerdotes y los representantes de las funerarias puedan hallar en el diálogo posiciones comunes».