La Junta autorizan a la GOAP de Parcemasa a ofrecer tratamientos de patologías asociadas al duelo

El Grupo de Orientación y Apoyo Psicológico (GOAP) del Parque Cementerio de Málaga (Parcemasa) ha sido autorizado como Unidad Asistencial de Psicología Sanitaria por la Junta de Andalucía y su oficina, considerada instalación de servicio sanitario integrado en organización no hospitalaria.

En virtud de estas acreditaciones concedidas por el Gobierno andaluz, el GOAP se considera «una unidad con organización diferenciada, dotada de los recursos técnicos y de los profesionales capacitados, por su titulación oficial o habilitación profesional, para realizar actividades sanitarias específicas», según recoge el artículo 29 de la Ley 14/1986.

En esta figura tienen cabida servicios sanitarios que estén integrados en una organización cuya actividad principal no sea sanitaria, como es el caso del Parque Cementerio de Málaga. Ante esto, estudia la posibilidad de crear grupos de autoayuda.

La concejala y presidenta del consejo de Administración de Parcemasa, Ana Navarro, ha explicado en un comunicado que el GOAP obtiene así un respaldo oficial que le permitirá realizar tareas como la evaluación, diagnóstico y tratamiento de patologías asociadas al duelo o derivadas de éste, de la misma forma que lo hacen un gabinete o una unidad hospitalaria.

La consideración de unidad asistencial de psicología obliga, entre otros aspectos, a elaborar y comunicar a la administración sanitaria las informaciones y estadísticas que se le soliciten, facilitar datos con carácter público y una periodicidad anual sobre la actividad desarrollada, accesibilidad e indicadores de calidad utilizados y colaborar en el fomento y protección de la salud, así como ofrecer prestaciones en casos de emergencia sanitaria o peligro para la salud pública.

Parcemasa lleva prestando servicio gratuito de atención psicológica con carácter pionero en España desde 2007 y constituyó el GOAP en 2013. Este grupo ofrece orientación y asistencia psicológica a las personas que han sufrido la pérdida de un ser querido.

Se centra en las primeras etapas del duelo –fases de shock y de negación– el día de la muerte y los posteriores a ésta. Para ello, un psicólogo visita a aquellas familias que considere que necesitan recibir esa atención de forma prioritaria, ya sea por las causas o la edad del familiar fallecido, y comunica esta posibilidad.