Las asociaciones de vecinos Dehesa de Mari Martín y El Pinar de Navalcarnero contrarias a la licencia del crematorio

Las asociaciones de vecinos Dehesa de Mari Martín y El Pinar de Navalcarnero, (Madrid)  apoyadas por todos los partidos de la oposición, denuncian la «grave situación» que supondría conceder la licencia de funcionamiento al crematorio de cadáveres del tanatorio municipal.

La incineradora, ya construida, se encuentra según estas organizaciones a 333 metros del colegio Nuestra Señora de la Concepción y a 200 metros del Canal de Isabel II que abastece de agua a todo el municipio. En la actualidad está pendiente de que el Ayuntamiento (PP) le otorgue el permiso para que pueda empezar a cumplir con su labor.

Para los vecinos, el horno incumple la legislación vigente que obliga a este tipo de instalaciones a estar apartadas por lo menos a 500 metros de zonas pobladas. Se acogen al Convenio de Estocolmo de 2001, que indica cómo los crematorios generan emisiones nocivas para la salud: «Pueden producirse y liberarse compuestos persistentes en el medio ambiente que tienden a acumularse en el suelo, el agua y en los tejidos orgánicos, siendo altamente tóxicos y cancerígenos».

Francisco Cardenal, portavoz de la Dehesa de Mari Martín, destaca que, según la comunidad científica, el mercurio procedente de las amalgamas dentales de los cadáveres puede dificultar el desarrollo mental antes incluso del nacimiento. «De ahí que la exposición al mercurio de las mujeres en edad fértil y de los niños sea un motivo de preocupación», explica el responsable.

«Si lo ponen en este núcleo urbano es porque hay algún interés económico detrás, si no no lo entendemos. Además, la oposición nos dijo que el ingeniero técnico municipal, que ya no trabaja en la Alcaldía, era socio de la empresa Moncus, que llevó a cabo las tareas de ampliación del tanatorio. Es decir, se autoaprobó el proyecto», añade.

Cardenal cree que el proyecto terminará saliendo adelante, aunque lo hará con demora debido a la proximidad de las elecciones. «El alcalde [Baltasar Santos] nos llegó a decir que va a dar la licencia por ‘sus santos cojones’. Nos lo quieren vender como una necesidad para el pueblo y no sabemos si es tan primordial ya que a 10 kilómetros tenemos el crematorio de Móstoles».

En el Ayuntamiento niegan que la incineradora pueda provocar daños ya que se encuentra «en mitad de campo» y recuerdan que cuando se construyó el tanatorio ya se acordó la creación de un crematorio. «Cuenta con informes favorables y cumple todos los requisitos. Además está provisto de filtros específicos para no contaminar», señalan.

Las mismas fuentes oficiales sostienen que los vecinos se merecen un crematorio en el municipio ya que, a causa de la crisis, han disminuido los enterramientos tradicionales en favor de las incineraciones. Califican de «trastorno» el tener que desplazarse «en un momento de dolor» los kilómetros que les separan de Móstoles. Toda esta «alarma social», aseguran desde la Alcaldía, se ha creado para conseguir votos de cara a las próximas elecciones.