El Ayuntamiento de Puertollano concede licencia de obra para crematorio a los dos tanatorios de la ciudad
La Junta de Gobierno Local del Ayuntamiento de Puertollano concedió este miércoles sendas licencias de obra a los dos tanatorios de la ciudad, Virgen de Gracia y Servicios Funerarios, para la construcción de hornos crematorios en sus instalaciones. La Administración local justifica esta resolución en un estudio «contundente» realizado por distintos servicios municipales para atender a las alegaciones formuladas en su momento por las asociaciones de vecinos de las barriadas Fraternidad y Ciudad Jardín a la licencia original concedida al tanatorio situado en Carretera de Almodóvar.
La portavoz del equipo de Gobierno, Josefa María Amaro, explicó ayer en rueda de prensa que ambos tanatorios cuentan con los permisos que en materia de sanidad mortuoria concede la Junta de Castilla-La Mancha, si bien los retrasos en la concesión de las licencias se han debido a los informes municipales solicitados para atender las quejas vecinales y una posible construcción de un horno crematorio en el cementerio municipal, el cual estaría gestionado por el Consistorio.
En este sentido, el estudio de viabilidad elaborado por técnicos municipales en relación a la construcción de un crematorio en el cementerio concluye que, si bien es viable desde el punto de vista urbanístico (aunque con importantes dificultades de espacio en el camposanto a medio plazo), «no lo es en ningún caso desde el punto de vista económico, ya que para que el servicio se pueda financiar legalmente, tal y como exige la Ley Reguladora de Haciendas Locales, haría inviable su utilización por la ciudadanía», tal y como explicó Amaro.
No en vano, este estudio de viabilidad señala que la construcción del horno crematorio municipal supondría más de 426.640 euros, a los que habría que añadir 153.928 euros anuales para su mantenimiento. De este modo y habida cuenta de que la media de incineraciones en Puertollano es de una veintena al año, el precio por cada una superaría los 7.000 euros. Y si se aplicara la media nacional, que es de unas 120 incineraciones anuales, el precio rondaría los 1.200 euros.
