El SAU detecta “irregularidades” en el proyecto del tanatorio en el municipio de Villafanca de Córdoba

El Servicio de Arquitectura y Urbanismo (SAU), dependiente de la Diputación de Córdoba, se ha pronunciado sobre el recurso extraordinario -solicitado por el PP de Villafranca de Córdoba (provincia de Córdoba) – de revisión de la licencia de obras concedidas por el Ayuntamiento para la construcción de un tanatorio para paralizar unas obras que, a juicio del portavoz municipal, Agustín Palomares, «son un claro ejemplo de pelotazo urbanístico», que beneficia a «los familiares de alcalde», Francisco Javier López Casado (PSOE), impulsores del proyecto.

En su escrito, el SAU detecta «irregularidades» e «incongruencias» en las superficies declaradas por el arquitecto redactor «tanto del expediente de segregación como del proyecto básico y de ejecución del tanatario». Los técnicos, tras examinar la documentación en base a la que se concedió la licencia de obra, indican que «parece deducirse que la parcela a la que se afecta el uso para el que se solicita licencia (2.768,93 m2) habría de ser la finca matriz del proyecto de segregación (3.071 m2), si bien tampoco coincide con ésta». Es decir, no coinciden las superficies, algo que tendría que haberse depurado antes de conceder la licencia de obra, puesto que no está claro a qué parcela afecta.

Los técnicos del SAU también detectan irregularidades en la valoración económica que sirve de base al acuerdo que han de alcanzar el promotor y el Ayuntamiento a fin de monetarizar el 10 por ciento del aprovechamiento de cesión obligatoria por parte del promotor. Al respecto, el informe del SAU indica que se acordó el precio «si bien no existe un pronunciamiento técnico sobre las bases de cálculo que sustenta dicho acuerdo».

Además, señalan que si no se ha determinado cuál es la parcela objeto de la licencia cualquier valoración económica que se haga «causa indeterminación en el cálculo de la valoración del aprovechamiento de cesión obligatoria». Por lo tanto, el precio que pagaron los promotores «no está suficientemente acreditado», sentencian los técnicos de Diputación.

Por otro lado, el SAU despeja otra incógnita y es que el tanatorio no lleva aparejado un crematorio, por lo que es una actividad inocua «no sujeta a instrumento alguno de prevención y control ambiental».