Finaliza el rodaje del documental sobre la desaparición del cementerio musulmán de Ávila

La desaparición del cementerio musulmán o maqbara de Ávila, que pudo ser el más grande conocido en Europa, centra un documental dirigido por el periodista José Ramón Rebollada que acaba de concluir e indaga en el pasado musulmán de Ávila y en las circunstancias que hicieron desaparecer los restos.

El cementerio, ha recordado hoy en una nota la productora abulense DronSky, se encontraba al sur de la ciudad, en zona conocida como Vado de San Mateo, y fue destruido para construir una urbanización.
Para la realización del documental, han grabado en treinta y dos localizaciones no sólo de la capital abulense, donde se conservan diseminados algunos restos de la maqbara como estelas funerarias, sino también en otros enclaves de la geografía española como Medina del Campo (Valladolid), Valladolid o Toledo, así como en Marruecos.

De la misma forma, el documental incluye dieciocho de las 34 entrevistas solicitadas a personas implicadas y expertos, de modo que, tras el proceso de posproducción y montaje, la productora calcula que el estreno de este trabajo tardará aún, como mínimo, medio año.
En este sentido, DronSky abrirá una campaña de financiación colectiva con el objetivo de captar donaciones que ayuden a financiar la producción del documental, que llevará por título ‘Maqbara’.

Según el director de la película, la necrópolis musulmana abulense fue, probablemente, la maqbara más importante de Europa, por el número de tumbas encontrado, cerca de 3.000, frente al medio centenar hallado en el cementerio musulmán de Valladolid, por ejemplo.

Se encontraba en la zona sur de la ciudad, junto al río Adaja, donde existían dos morerías, aunque se desconocía su ubicación exacta hasta que, en 1999, aparecieron los restos con la excavación realizada por una promotora inmobiliaria.
Los restos encontrados se pueden ver hoy, en su mayoría, en un almacén del Museo de Ávila, dependiente de la Junta de Castilla y León, mientras una pequeña parte se trasladó a la Universidad Autónoma, para su estudio antropológico.