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Actualizado: 23/11/2024
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Unas paradojas muy cordobesas

Unas paradojas muy cordobesas

Vía: ABC / Sevilla

Córdoba está plagada de contrasentidos en las denominaciones, paradojas bien conocidas por los oriundos, pero que sorprenden a los foráneos que las descubren, y que suelen achacarlas a ocurrencias propias del humor negro. El escritor y periodista montillano Francisco Solano recoge algunas de estas contradicciones en su libro «Córdoba insólita», que bucea en el mundo que encierra la ciudad de la Mezquita-Catedral.

Así, según refleja en sus páginas, una de las paradojas más conocidas es que un cementerio de la urbe se llame de la Salud. Según relata el autor, este caso tiene una explicación histórica. «Mucho antes de que el camposanto se creara en 1811 por los franceses, ya existía en el lugar una ermita dedicada a la Virgen de La Salud, que acabó dando nombre al cementerio».

También es harto conocido, al menos, entre cualquier cordobés que se precie de serlo, que la sede provincial de la Organización Nacional de Ciegos Españoles (ONCE) se encuentra en la plaza de Vista Alegre. «Parecido es el caso del Hogar Renacer, una benemérita entidad dedicada a la rehabilitación de alcohólicos y otras adicciones, que eligió para establecerse el barrio de los Olivos Borrachos, junto a la parroquia», apunta Solano.

Una Puerta Nueva con más de cuatro siglos
Otra de las muchas paradojas que guarda la ciudad es la Puerta Nueva, cuya denominación parece poco apropiada, teniendo en cuenta que su construcción se remonta a 1569, a raíz de una visita de Felipe II, y fue reformada en 1729. «Aunque fue demolida en 1895, su nombre prevalece en la glorieta donde confluyen la calle Alfonso XII y la ronda de Andújar para recordar que fue la entrada principal a Córdoba durante tres siglos», cuenta el escritor montillano.

Lo mismo ocurre con la calle Claudio Marcelo, que también se conoce como «calle Nueva», a pesar de que el primer tramo, entre María Cristina y Capitulares, se abrió en 1877, mientras que el segundo, hasta las Tendilla, lo fue en 1909. Por lo que poco tiene de nueva esta vía.

Según recoge «Córdoba insólita», en la tierra de las paradojas «si se pide ‘una copa’ en una taberna la sirven por la mitad, pero si se pide ‘un medio’ el tabernero pone la copa llena». Además, continúa, «a una fuente que mana agua permanentemente por sus cuatro caños se la llama Fuenseca», y la Biblioteca Central «está bastante ‘descentrada’, en la Ronda del Marrubial».

Por otro lado, calles como San Fernando, Ambrosio de Morales, Rey Heredia, la Espartería, Claudio Marcelo, Alfonso XIII o Gutiérrez de los Ríos, y cuestas como el Bailío o Luján «desmienten la expresión de ‘Córdoba la llana’», apunta Solano, y Ciudad Jardín, surgido en los años 50 del pasado siglo, es la denominación del barrio de Córdoba con menos espacios verdes.

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