Los más de 50 cuerpos momificados de la Iglesia de San Andrés (Toledo) conformarán el museo de las momias
Han sido tres años de trabajo desde el más absoluto hermetismo. Un equipo formado por arqueólogos, historiadores, médicos forenses y un sacerdote comenzó en 2012 a investigar sobre un hecho más que conocido: los cuerpos momificados de la Iglesia de San Andrés en Toledo. Una colección formada por más de 50 cadáveres de diferente sexo y edad que se conservan incorruptos gracias a las condiciones de temperatura y humedad que se dan en el osario de este templo ubicado a escasos metros de la Catedral Primada, juntos a los seminarios diocesanos.
El médico forense de reconocida trayectoria internacional Francisco Etxebarría, al que se debe la exhumación de los restos de Miguel de Cervantes Saavedra en las Trinitarias Descalzas de Madrid, está al frente del proyecto de musealización del osario por el que cada semana preguntan curiosos y turistas desde la publicación en la red de redes, internet, de una serie de fotografías de las llamadas momias de San Andrés.
Un equipo de La Tribuna compartía este viernes con Etxebarría una jornada de trabajo a pie de osario. La cripta a la que se accede desde una escalera de mano con siglos de historia a juzgar por el estado que presentan sus peldaños de madera quedará al descubierto para dar a conocer desde un punto de vista antropológico y forense estos cuerpos incorruptos, momificados de manera natural, convirtiéndose en un nuevo atractivo patrimonial para la ciudad de Toledo.
«La cuestión de los cuerpos momificados, es decir, con partes blandas, nos interesa y por esa razón llegamos aquí guiados por sacerdotes con los que hemos colaborado en otros lugares de la geografía española», comenta el médico especialista en medicina forense con voz pausada y serio a la par que entusiasmado con el trabajo que le espera durante los próximos meses.
Sobre la relevancia de estos cuerpos, el doctor afirma que la colección que existe en San Andrés, con más de 50 cuerpos, es muy importante desde cualquier punto de vista del patrimonio histórico y antropológico. «Estamos ante una colección muy importante no solo por el número de cuerpos, sino por el estado de conservación y preservación», indica para añadir que momias «siempre puede haber en las iglesias, pero la concentración que hay aquí es única».
Lo cierto es que hasta finales del siglo XVIII los enterramientos se realizaban en los templos y en sus inmediaciones, hasta que Carlos III promulga en 1787 la primera ley sobre sanidad mortuoria de España, para sacar los cementerios del centro de las poblaciones a las periferias. Pero el caso de San Andrés es diferentes, estas momias no se enterraron en el osario del templo, sino que como apunta el sacerdote y asesor del proyecto Jorge López Teulón «creemos a falta de concretar con mayor exactitud que se depositaron aquí procedentes de algún cementerio cercano como el que se cree existía en lo que hoy es el Seminario Mayor».
Los cuerpos momificados, deshidratados de manera natural por las corrientes y las condiciones óptimas de temperatura y humedad, presentan otras particularidad: no están en horizontal, sino en posición vertical apilados unos sobre otros. Es una escena insólita, sobrecogedora.
Es visitable por público en general???.Gracias
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