La mutua funeraria de Basauri ha comprado a Funetxea el tanatorio desde el que prestaba servicio
Disponer de un tanatorio propio que dispare la independencia de la Mutualidad Funeraria San Pedro Apóstol de Basauri (Vizcaya) ha sido el objetivo de sus más de 28.000 asociados en los últimos tiempos, algo que acaban de lograr. La que es la mayor mutua de decesos del País vasco por número de asociados ha comprado a Funetxea el tanatorio desde el que prestaba servicio en la la Avenida Cervantes, un local «poco usado» por la empresa que, como el resto de aseguradoras, no puede hacer frente en la localidad ni a la trayectoria ni a los precios de la mutua local, en la que las cuotas no superan los 30 euros al año.
Con la adquisición, la junta directiva ha dado un paso más hacia su emancipación de las compañías aseguradoras de defunciones y se garantiza la supervivencia. En los últimos años ha temido que, dado el volumen de socios que acumulaba -la mayoría de Basauri, pero también de otros municipios cercanos-, pudieran sufrir un «estrangulamiento» del sector, al comenzarles a considerar como competencia.
La adquisición del edificio les ha costado «800.000 euros», una operación que convierte a la mutua en la «única» entidad de estas características en el País Vasco que dispone de un equipamiento similar. Los socios podrán utilizarlo a partir de 2018, y es que la mutua tiene hasta ese año un acuerdo con la funeraria Uribekosta -subcontratado, a su vez, con el establecimiento de El Kalero de Funeraria Bilbaína- que van a mantener.
Solvencia económica
Para hacerse con el tanatorio, la agrupación ha contratado una hipoteca, aunque, según aclaró su presidente, Álex Cerdeño, «se podía haber pagado al contado». Sin embargo, la cooperativa ha preferido no tocar el fondo que se establece para este tipo de colectivos según las obligaciones del Gobierno vasco, y que en su caso asciende a «1,8 millones de euros». «De haber mermado esta cantidad, nos hubiéramos visto obligados a subir las cuotas anuales y hemos preferido no hacerlo», añadió.
Desde que el Ejecutivo autonómico aprobase la ley de Entidades de Previsión Obligatoria para cumplir con una directiva europea, normativa que exige a este tipo de colectivos mostrar solvencia económica, la asociación de Basauri se ha esforzado por satisfacer esas exigencias. Así, ha liderado un plan de fusión de mutuas que permita ya de paso «blindar» el futuro también de los colectivos más pequeños, que en Bizkaia ascienden a una veintena de diversos tamaños.
Una vez logrado el objetivo de contar con un tanatorio propio, la junta directiva ha puesto a la venta el terreno y el edificio que adquirió a finales de 2013 con el mismo fin. Entonces, y con la vista puesta en la construcción de un equipamiento propio, decidió comprar otro solar en la misma avenida, en las inmediaciones del polígono industrial Denak. Costó alrededor de 300.000 euros, pero levantar el edificio suponía una inversión de un «millón de euros», así como depender de que el Ayuntamiento les otorgase la licencia. Con la nueva operación se reducen gastos y se agiliza la tramitación, porque ya hoy en día el edificio está operativo.
Sin duda alguna, una decisión muy importante la que han tomado los socios y socias de esta Mutualidad.