Comunidades judías de Argentina y Nueva York se ofrecen a restaurar el cementerio de San Rafael y San Roque
Miembros de las comunidades judías de Argentina y Nueva York se han ofrecido al Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife y al Cabildo Insular para colaborar en la restauración del cementerio de San Rafael y San Roque situado en el centro de la ciudad. El ofrecimiento ha tenido lugar después de que uno de los miembros de esta comunidad en Tenerife, Juan Manuel Valladares, colgase en las redes la ceremonia que los miembros de la Tertulia 25 de julio realizaron el Día de los Difuntos de 2013. En esa jornada se hizo un homenaje a la familia Barchilón de origen judío dos de cuyos miembros, Moisés y León, descansan en el camposanto.
A partir de aquí llegó un correo por medio del cual los descendientes de ambos se ofrecían a participar en la restauración, en principio de estas dos tumbas, pero después de todo el cementerio.
El ofrecimiento se une al de otras familias de Santa Cruz que tienen ascendentes, cuyos restos mortales están depositados en el cementerio y que están dispuestas a costear de su bolsillo la restauración de sus respectivas tumbas. En principio, la alternativa ha sido acogida positivamente por el Ayuntamiento y el Cabildo, aunque se está estudiando la fórmula legal de llevarla a cabo, dado que la propiedad de las tumbas prescribe a los 40 años.
Uno de los familiares interesados, Isauro Abreu, miembro también de la Tertulia 25 de Julio, indica que la restauración se llevará a cabo siempre bajo la supervisión de los arquitectos responsables. El precio de cada recuperación varía. La tumba más cara es la de Sabino Berthelot pero en general la mayoría no supondrían demasiado coste.
Durante el homenaje realizado en 2013 se recordó que en un día «no muy lejano» vivió en Santa Cruz una familia judía «de la que hoy sólo nos queda como recuerdo en este cementerio la tumba de dos de ellos: León y Moisés, cuyo apellido tiene su origen en la Edad Media».
Lo cierto es que en estos momentos el cementerio se encuentra sumido en un progresivo e imparable deterioro, pese a haber sido declarado Bien de Interés Cultural (BIC). Y ello es así debido a la imposibilidad, por una razón u por otra, de llevar a cabo su recuperación con el apoyo de las instituciones. Han existido proyectos que nunca acaban de salir adelante por distintos motivos. Ahora las vistas están puestas en la iniciativa privada que, al menos, permitirá el mantenimiento de estas tumbas donde se encuentran los principales personajes históricos de Tenerife.
El historiador Daniel García Pulido, autor de un libro sobre esta pieza del Patrimonio Histórico chicharrero, recuerda que el camposanto abrió sus puertas en 1810, incluso antes de que estuviera terminado a causa de la fiebre amarilla que asoló la Isla. En San Rafael y San Roque hallaron sepultura varias generaciones de ilustres santacruceros, tanto de nacimiento como de adopción, que volcaron buena parte de sus esfuerzos en el engrandecimiento de su ciudad.
«Pero hoy día, al contrario de lo que sucede por otros lares, el viejo cementerio de San Rafael y San Roque es una lamentable realidad que mueve a la vergüenza y a la indignación al comprobar su galopante deterioro, víctima del vandalismo más analfabeto e irredento y de la irresponsable pasividad de todos nosotros. Pero en especial, de los poderes públicos que deben ser los primeros garantes de nuestro patrimonio colectivo», se indicó en la presentación de la obra.