El uso de drones en Medicina Legal resulta ideal para recoger información y localizar objetivos

El uso de drones en la medicina legal, presentado a través de un caso real de explosión, ha alzado con el segundo premio a la mejor presentación en las XIII Jornadas de Actualización en Medicina Forense, del 18 al 20 de noviembre en Barcelona, y que reunieron a algunos de los mejores profesionales en el ámbito de la medicina forense de España.

El médico forense del Instituto de Medicina Legal de Aragón (IMLA) y piloto de drones por escuela de pilotos de Escuadrone-ubicada en Huesca-, José Manuel Arrredondo, y el jefe de la División de Rastreo de Escuadrone y subdirector de Operaciones del Grupo Operativo de Respuesta Táctica (GORT), Fernando Gómez, expusieron en la capital catalana el trabajo Utilidad de los drones en medicina legal a partir de un caso real.

Dicho proyecto se realizó en colaboración con Salvador Baena Pinilla, director del IMLA; Paulino Querol, Dolores Ramón y José Antonio Coello, médicos forenses del IMLA; y Fernando Morlán Panzano, cabo del Servicio de Bomberos de la Comarca de Alto Gallego de Huesca.

Durante la exposición, los dos expertos indicaron que en la actualidad las características técnicas de estos aparatos permiten que se puedan pilotar remotamente o que puedan volar de una forma autónoma tras haber establecido un plan de vuelo programado informáticamente, lo que ayuda a establecer un plan de vuelo que pueda sobrevolar y “trillar” una zona concreta en la que se trata de recoger información o localizar objetivos.

Entre los distintos instrumentos que se pueden colocar al dron están las cámaras de video de alta resolución que permiten recoger en un formato digital todo el terreno sobre el que ha sobrevolado el dron, de tal forma que se puede ver lo que está filmando el dron visualizando imágenes en tiempo real. Existen otros sistemas que se pueden colocar al dron como son las cámaras de visión térmica para detectar calor corporal, sistema de telemetría para realizar mediciones, etcétera.

Es por ello, aseguran Arredondo y Gómez, que los drones adecuadamente instrumentados se pueden convertir en auténticas herramientas de trabajo -“robots voladores”- capaces de aportar al médico forense gran información en todos aquellos casos en los que por diversas situaciones sea preciso disponer de información adicional que no es posible obtener por medios convencionales.

Y para ilustrar la información se usó como ejemplo un caso real de accidente y se mostraron las capacidades que los drones tienen para actuar en estos casos, las ventajas que supone su utilización para la protección de las personas y, especialmente, para el control de zonas de difícil o imposible acceso.