La parcela sobre la que se proyecta la ampliación del cementerio de Ribeira figura en el Bantegal

Hace años que los vecinos de Ribeira, en A Estrada, (provincia de Ponetevdra) tomaron la iniciativa de ampliar el cementerio parroquial. Tras haber solicitado los permisos correspondientes, estos ciudadanos se pusieron en contacto con el Concello de A Estrada para entender el porqué de la negativa que encontraron como respuesta a su petición. Tras diversas indagaciones, se descubrió, según explicó el alcalde, José López, que la parcela sobre la que se proyectaba la expansión del camposanto estaba incorporada al Banco de Terras de Galicia (Bantegal).

El regidor local se desplazó en la mañana del lunes hasta Santiago, acompañado por el arcipreste de Vea y Tabeirós, José Antonio Ortigueira, al objeto de buscar una alternativa para que puedan construirse nuevos panteones en esta parroquia estradense. La única salida pasaría, según explicó el mandatario, por formalizar una permuta, de manera que la Iglesia ceda al Banco de Terras otra finca de su propiedad en sustitución de la que se pretende sacar de este banco para poder ampliar el cementerio. José López aseguró que tanto los responsables del Bantegal como el Arzobispado ven con buenos ojos esta solución.

El alcalde informó de que el problema con esta finca se detectó hace aproximadamente un año, justo después de que los vecinos acudieran al Concello. Explicó que la finca en la que pretende ampliar el cementerio es una masa común que, tras haberse practicado el proceso de concentración parcelaria en esta parroquia, acabó incorporándose al Banco de Terras.

El problema reside en que, siempre en función de las explicaciones ofrecidas por el alcalde, la Xunta podría ceder esta parcela al Concello pero esta administración no podría volver a ceder este predio a un tercero. Incidió en que la única posibilidad que deja abierta la legislación actual es recuperar esta finca a través de una permuta.

Recordó López Campos que la ley exige que la parte de ampliación del cementerio esté integrada en la propia finca matriz del camposanto, de manera que, si son parcelas distintas, es preciso agruparlas. Por tanto, una vez realizada la permuta, los vecinos tendrán que agrupar esta parcela con la que ocupa ya el cementerio.