La construcción de un cementerio ha generado división entre los vecinos de la parroquia de Olveda
La construcción de un cementerio muy próximo a una antigua escuela que ahora es utilizada como local social en la parroquia de Olveda (Antas de Ulla, Lugo), ha generado una notable oposición entre un grupo de vecinos, mientras que otros se muestran partidarios. Los trabajos ya dieron comienzo.
El caso nace en agosto del 2010 cuando, según los opositores a la obra, una persona natural de Olveda, pero residente fuera, compró un terreno para ceder a la parroquia y hacer un cementerio. El proyecto dicen que lo hizo una familiar del donante del solar y otro pariente se encargó de vender los nichos a vecinos y descendientes de nativos que están en la emigración.
El precio que aseguran que se fijó para los 120 nichos que componen el proyecto era de 2.000 euros si se reservaba antes de comenzar la obra y de 500 euros más si se compraba al finalizar los trabajos, precios que no contemplaban el IVA. Lo dos aspectos que más critican las personas que rechazan el proyecto es que contempla el uso de la escuela como parte de las instalaciones, además de estar los nichos a menos de 50 metros del local.
Uno de los opositores a la obra decidió recoger firmas de personas que no quieren el camposanto y reunió cerca de un centenar, que le fueron entregadas al alcalde, pidiéndole que se reuniera con los vecinos para que les ofreciera detalles del proyecto y que tuvieran tiempo para analizarlo con detenimiento, a lo que no recibieron respuesta. También advirtieron de sus intenciones a la persona que vendía las sepulturas.
Nueva asociación
En el año 2011 se creó una asociación denominada Casa da Escola, presidida por Ana María Guerreiro, con el fin de defender la propiedad de la casa escuela para los vecinos y continuar con el acondicionamiento del local para ser usado como centro social. «A partir de estos acontecimientos, el terreno ya es donado a la diócesis que es quien solicita el permiso de obras y que parece lo tienen, especialmente al consentir el concello que unan los baños al mismo», explicaron desde la asociación vecinal.
Las personas que están en contra del camposanto aseguran que son mayoría y que la obra no tiene sentido. «Actualmente, a pesar de que el 90% de las personas que viven o tienen sepultura en el cementerio de Olveda no van a comprar nicho en el nuevo y del resto el 15% prefiere tenerlo en el viejo o no comprar hasta el final y ver que les gusta, y que solo quedan cinco familias plenamente convencidas de que quieren un nuevo cementerio, las obras siguen y el concello dispone que la casa de la escuela es suya y cede los baños para que se pueda hacer el cementerio».
Los representantes de la asociación vecinal aseguran que solicitaron información sobre la titularidad de la escuela a Educación y que les manifestaron que estaba afectada. «Este dato consideramos que confirma que no puede unirse al proyecto del cementerio». Los integrantes de la asociación consideran que no tiene sentido que existan dos cementerios en la misma parroquia, sobre todo por residir únicamente en ella actualmente alrededor de 60 personas.
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